Alice Jenkins, de 19 años, pensó que tenía coronavirus. Se encontraba mal y sus compañeros de piso se habían contagiado recientemente, por lo que no dio más importancia a sus síntomas. Sin embargo, gracias a una llamada con su madre, la joven descubrió que padecía una meningitis que podría haber sido mortal.
Todo comenzó el pasado 18 de mayo, cuando Alice se despertó con dolor en las extremidades y fiebre. Sin darle más importancia, asumió que se había contagiado de coronavirus. Además de esas molestias, también padecía dolor muscular, pero creyó que se debía a una caída que había sufrido días anteriores.
Tras despertarse de la siesta, Alice estaba empapada en sudor y le había salido un sarpullido en la piel. La joven llamó a su madre para contarle que no se encontraba bien, y la ayuda de esta fue clave para el diagnóstico. La madre hizo que la estudiante se hiciera la 'prueba del vaso': presionar un vaso contra la erupción para ver si desaparecía o no. Al no desaparecer, la madre obligó a su hija a llamar de inmediato a Emergencias.
Sarah, la madre, conocía los síntomas de la meningitis ya que la hija de un vecino había fallecido por este diagnóstico con solo 14 años . Por ello, cuando observó los síntomas de su hija, vio la gravedad de la situación. Gracias a esa rápida reacción, la joven pudo salvarse.
Al llegar al hospital los médicos confirmaron el diagnóstico y aseguraron que la rápida reacción de su madre evitó una tragedia. Ahora, madre e hija quieren que su ejemplo sirva para que otros jóvenes puedan identificar los síntomas de la meningitis y actúen a tiempo, según recoge Mirror.
La meningitis es una enfermedad que puede matar en menos de 24 horas a quien la padece, según recoge Efe. Esto se debe a una infección que se puede contraer por virus o bacterias, la mayoría de los casos se debe al meningococo, cuyo nombre científico es Neisseria Meningitidis.
La doctora Lucia Bricks, directora médica para Tos Ferina, Polio, Haemophilus Influenzae tipo B (HIB) y Meningitis en Sanofi Pasteur Latinoamérica, detalló que la meningitis tiene síntomas como fiebre alta que se puede manifestar con convulsiones, sensibilidad a la luz, dolor de cabeza, vómito, náuseas, confusión, cuello rígido y manchas púrpuras en la piel que, de no tratarse a tiempo, derivan en la muerte.