El gobernador regional de Lugansk, Sergii Gaidai, ha cifrado en casi 800 las personas que se refugian en la planta química de Azot, en la localidad de Severodonetsk, escenario reciente de nuevos e intensos ataques de las fuerzas rusas.
"Hay vecinos a los que se les pidió que abandonaran la ciudad, pero se negaron. También hay niños, pero no son muchos", ha remarcado Gaidai, quien ha reconocido que el Ejército ruso domina la mayor parte de Severodonetsk.
El funcionario ha detallado estas últimas informaciones durante una entrevista para la cadena estadounidense CNN, donde ha explicado que la planta química es de propiedad privada y que los dueños han apuntado que apenas quedan productos químicos en la infraestructura.
Los acontecimientos se encaminan hacia la ocurrido en Mariúpol, asediada durante semanas por las tropas rusas y donde la resistencia ucraniana se recluyó en la planta siderúrgica de Azovstal. Sin embargo, Gaidai ha marcado distancias y ha apuntado que Azot no es de interés para el Ejército ruso, como sí lo era Azovstal.
La planta química de Severodonetsk recibió un ataque aéreo de las fuerzas rusas el martes, a consecuencia del que un tanque con ácido nítrico resulto dañado. Este jueves las fuerzas rusas han atacado de nuevo las instalaciones, dañando en esta ocasión un almacén de metanol.