Nicole vivió un calvario por los abusos sexuales de su padre: "Me violó siempre, en cualquier lugar”
Ludmila Nicole Rutz Salaberry, una joven argentina de 19 años, sufrió una década los abusos sexuales de su padre
Pablo Luciano Rutz, de 41 años, se enfrenta a la justicia tras dos juicios suspendidos por la pandemia
La joven asegura que su familia ha dejado de hablarle tras denunciar a su padre
Ludmila Nicole Rutz Salaberry, una joven argentina de 19 años, sufrió una década de abusos. Su padre, Pablo Luciano Rutz, de 41 años, la violaba “en cualquier lugar, en cualquier momento” y ahora, años después, se enfrenta a la Justicia.
La joven denunció a su padre cuando tenía 15 años con ayuda de su hermano mayor en 2019. La Policía le detuvo y desde entonces espera un juicio por jurados que, tras ser suspendido dos veces por la pandemia, ya ha comenzado. Durante las sesiones, que tendrán lugar en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 9, en Banfield, declararán vecinos, profesores, psicólogos, directivos de la escuela de Nicole y familiares, según publica ‘Clarín’.
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Diez años en 'la casa del horror'
La joven ha relatado al medio el calvario que vivió desde los cinco a los 15 años en su casa en la provincia de Buenos Aires de Leopoldo Liñan, un caso que se conoce como 'la casa del horror' de Monte Grande.
"El último abuso me lo aguanté y filmé cuando él me empezaba a manosear, se lo envié a mi hermano. Mi padre se dio cuenta y me sacó el teléfono, para hacer después lo que hacía siempre", recuerda Nicole, que cuenta que el hombre maltrataba a su madre y les impedía el contacto con el exterior.
Falta de apoyo familiar
Pese a ello, ni su madre ni sus hermanos la han apoyado y, desde que denunció a Luciano, la joven solo tiene el apoyo de su abuela materna, con quien vive y gracias a quien ha podido empezar una nueva vida.
Por ello, todos los días sigue preguntándose a sí misma por qué denunció. "Perdí el amor de mis hermanos, porque siguen a mi mamá. Ellos era mi mundo", expresa Nicole, que cree que su padre les ha manipulado.
Sin embargo, la joven reconoce que gracias a haber hecho público su caso ha ayudado a otra gente. "Compañeras de la universidad se enteraron lo que me pasó y se acercan para contarme que viven lo mismo con su padre", cuenta a Clarín.