Unos diez alumnos de la escuela pública de Bancroft regresaron al jardín presidencial este martes para recoger su primera cosecha.
La primera dama recibió a los niños vestida con una camisa estampada en tonos rosados, una chaqueta oscura y unos pantalones deportivos naranjas, pero algo más formal que la vez anterior, cuando apareció con unos "leggins" negros y un blusón, preparada para cavar y plantar.
"¡Ahora viene la parte divertida!", dijo Michelle Obama a los niños, que recogieron cebollas, patatas, guisantes y otras hortalizas para poner de acompañamiento a un pollo que cocinaron con el chef Sam Kass.
Los niños, acompañados de sus profesoras, pasaron a la cocina de la Casa Blanca, en la que relucían las cacerolas de acero y donde se pusieron de inmediato manos a la obra.
El cocinero dio instrucciones para que los pequeños se lavaran las manos y con un mandil como el que llevaba el cocinero fueron separados en tres grupos.
Un grupo de chicos batió huevos, otro peló guisantes y un tercer equipó las cebollas para el arroz integral que iban a servir como acompañamiento.
Mientras tanto, la primera dama supervisaba las tareas de los muchachos, a los que dio algunos consejos.
Los niños cocinaron por espacio de una hora antes de volver al jardín para probar el suculento plato.
"Hoy es la culminación del trabajo duro", dijo la primera dama, que recordó a los niños la importancia de una alimentación sana para la salud.