La Guardia Civil mantiene abierta la investigación sobre la muerte de Lucía
Cuatro días después de que Lucía Vivar, de 3 años, fuera encontrada muerta junto a la vía del tren en Álora (Málaga), la Guardia Civial sigue investigando para tratar de esclarecer lo ocurrido. Han revisado las imágenes de las cámaras de seguridad de una gasolinera, han hablado con testigos y familiares y rastrean palmo a palmo, los 3 kilómetros del recorrido junto a la vía férrea, que supuestamente hizo sola la pequeña, después de que sus padres la perdieran de vista a las 23,20 de la noche. Familia y vecinos continúan preguntandose cómo pudo salir de la estación y, a oscuras, caminar por una zona llena de matojos, naranjos y desniveles.
Según la autopsia, no hay signos de agarre en el cuerpo de la niña, solo un fuerte golpe en la cabeza, con restos de grasa, que fue lo que la mató. La hipótesis principal de la muerte infantil es que fue un trágico accidente, al paso de uno de los trenes que une Pizarra, donde despareció Lucía y Álora, donde un maquinista descubrío el cadáver. La Guardia Civil ha enviado a analizar a Sevilla muestras biológicas y de tejido de la ropa de la niña.