Un guardia civil evita con tuits el suicido de una chica
Raúl Narváez (@Raul_N_B) nunca pensó que cuando volvía a casa, cerca de la medianoche hace una semana, empezaría una tarea salvavidas. El guardia civil, commuinity manager de la Unión de Oficiales (@UniónOficiales )y psicólogo, acababa de tuitear un mensaje sobre la campaña #danosvalor y la reivindicación de mejoras laborales para los miembros de la Benemérita. Tuvo bastante repercusión a esas horas. Pero entre las respuesta una le aceleró el corazón. Una chica escribía. sufro bullying, me voy a suicidar. No puedo más.
"Somos guardias 24 horas al día, aunque no llevemos el uniforme. No me iba a quedar ahí. Pensé que podría ser una broma de mal gusto. Pero entré en el perfil y allí, entre mensajes oscuros, abocando al suicidio o a la autolesión, la chica escribía: estado de ánimo, destrozada". Y ahí empezó Raúl a hacer su labor salvavidas; a ganarse la confianza de quien contestaba a sus tuits. El agente, destinado en la Compañía de Seguridad de Ceuta, le dijo que era guardia, también spicólogo, que podía ayudarla. Y durante tres horas los 140 caracteres de la red social sirvieron para tender un puente a la desesperación.
Raúl supo que la chica decía vivir el infierno del acoso, que tenía 18 años, aunque estaba en 3º de la ESO. Ella le mandó capturas de pantalla de su teléfono móvil, al que llegan brutales comentarios animándola al suicidio (algo constitutivo de delito) Con insultos y barbaridades cometidos, las más de las veces en grupo, por chicos y chicas, en chats con nombres directamente alusivos a ella, para ofenderla. "No se cómo pueden vivir cada noche sabiendo el daño que hacen. Actúan como una jauría", dice el guardia civil.
Tras hablar con la chica (de la que preservamos identidad y localización) Raúl habló con sus compañeros de la Guardia Civil del lugar de su lugar de residencia. Se aplicó el protocolo antiacoso escolar y se habló con el centro educativo donde asiste. Allí desconocían que sufriera acoso. Si sabían de sus dificultades de aprendizaje, de hecho habían gestionado que la joven pueda asistir a otro centro de educación especial. También sabían que vive en una familia desestructurada. Pero no hay evidencia, según el centro, de que la chica con la que hablaba Raúl, sufra acoso escolar. La violencia llega de su entorno personal fura del centro. Asuntos sociales está al tanto.
"Creo que todo está camino de solucionarse. Si no es inmediatamente, si es el principio para que ocurra"m explica Raúl. Pero de inmediato añade "ella aún tiene la idea del suicidio en la cabeza, pñorque no ve ese final, que los demás sí vemos." Por eso, el guardia civil, aún hace un hueco cada noche para hablar a través de la red social, por privado, con la chica. Porque la noche es cuando más vulnerable se siente, porque está sola."
Telefono contra el acoso escolar: 900 018 018
Teléfono de ayuda al niño y adolescente en riesgo ANAR: 900 20 20 10