La relación de David Beckham con la Familia Real británica es bien conocida. Y es que el exfutbolista ha estado presente en múltiples eventos royals como, por ejemplo, en el último adiós a la reina Isabel II o en la coronación del rey Carlos III.
Una buena sintonía que volvió a quedar reflejada a principios del mes de junio cuando el soberano nombró a Beckham primer embajador de la Fundación del Rey, la organización benéfica fundada en 1986 por el monarca cuando era príncipe de Gales y que está destinada a apoyar la artesanía tradicional y el mundo rural.
Una amistad que también se forjó con los hijos de Su Majestad, los príncipes Guillermo y Harry. De hecho, tanto él como Victoria Beckham fueron invitados a las respectivas bodas de los royals con Kate Middleton en 2011 y con Meghan Markle en 2018.
Pero ese vínculo y esa amistad parece haberse roto por completo con los duques de Sussex. Y en 2022 quedó claro con la ausencia de Harry y Meghan en las nupcias del hijo mayor de David y Victoria, Brooklyn, y su esposa, Nicola Peltz.
Según apuntaron entonces los tabloides británicos, los Sussex empezaron a replantearse quiénes fueron los responsables de trasladar a los medios de comunicación detalles de su vida privada. Llegaron a la conclusión de que los Beckham habían dado los chivatazos.
Así lo ha reflejado el popular biógrafo Tom Bower en su último libro, The House of Beckham: Money, Sex and Power, lanzado el pasado 20 de junio.
Bower ha afirmado que en los Juegos Invictus celebrados en Sídney, Australia, en 2018, la leyenda del Manchester United F.C quedó "perplejo" después de que ni siquiera pudiera acercarse a Harry en el evento.
"Harry había ordenado que bajo ninguna circunstancia se permitiera al futbolista acercarse a él". Y ha añadido: "Las fotografías de los dos juntos estaban prohibidas. El desaire real fue brutal. Beckham se encontró solo en el estadio de los Juegos Invictus".
Según Bower, la "orden de exclusión" vino dada por Meghan Markle, ya que ella "no quería ninguna competencia en los medios por parte de Beckham, y especialmente por parte de su esposa, Victoria", para evitar una rivalidad mediática.
El autor ha subrayado que Meghan acusó a Victoria de filtrar información sobre los duques a la prensa, lo que dio lugar a una conversación incómoda entre sus maridos.
"Harry es muy protector con Meghan y decidió abordar el asunto directamente, contactando directamente a su buen amigo David. Rápidamente corrigió la situación de Harry y los dos hombres acordaron seguir adelante, pero ciertamente las cosas se pusieron incómodas por un tiempo", se observa en el libro.
Y en 2022, los Beckham se vengaron de Harry y Meghan. Acudieron a un acto del príncipe Guillermo y Middleton en Boston al mismo tiempo que Harry y Meghan protagonizaban otro evento en Nueva York. El libro de Tom Bower sugiere que la aparición de Beckham en Boston logró quitarle protagonismo a los Sussex.
Bower ha afirmado que esta fue la respuesta calculada de Beckham al incidente anterior en Sídney. "Beckham se había vengado del desaire de Sídney".
De hecho, una de las últimas decisiones del rey Carlos III con David Beckham afectó directamente al príncipe Harry.
Según apuntaron diversos medios británicos, la decisión de Carlos III de reunirse con Beckham en Highgrove Gardens para nombrarle primer embajador de la Fundación del Rey no sentó nada bien al príncipe Harry.
Esto se debe, tal y como señaló The Times, así como otros tabloides, a que la cita entre el soberano y el exfutbolista se desarrolló en la última visita de Harry a Reino Unido. Momentos en los que el rey declinó reencontrarse con su hijo por su apretada agenda.
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