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Ha llegado el gran día. Este viernes 7 de junio se ha desarrollado la boda del año en Reino Unido. Sus protagonistas, Hugh Grosvenor, duque de Westminster y uno de los aristócratas más ricos de Inglaterra, y Olivia Henson, ya son marido y mujer.
La pareja se ha casado en la catedral de Chester frente a unos 400 invitados. A partir de las 11:00 horas de la mañana, los invitados, entre ellos la princesa Eugenia de York, comenzaron a llegar a la iglesia, donde también se agrupó para la ocasión una multitud de personas que saludaban con la bandera británica y se encontraban apostados en las inmediaciones del enclave.
Quien tampoco se ha podido perder la ceremonia ha sido el príncipe Guillermo. El heredero al trono británico ha acudido solo, sin Kate Middleton, que continúa con su tratamiento contra el cáncer y la quimioterapia preventiva.
El príncipe de Gales ha sido uno de los primeros en llegar y se ha mostrado visiblemente serio. Todo apunta a que el rey Carlos III -padrino del duque- no se persone al enlace y sea Guillermo la figura representativa de la Corona británica. Ha llegado en una furgoneta negra y su aparición ha sido de lo más discreta.
De este modo, el primogénito del soberano y la difunta Diana de Gales ha ejercido como acomodador, un importante rol en los enlaces nupciales que consiste en recibir a los invitados en la iglesia y acompañarles a sus asientos. Un papel que desempeñan personas importantes para los novios pero que no ejercen como padrinos.
Y es que la conexión entre Grosvenor y Guillermo es bien conocida. Mientras que el duque es ahijado del soberano, el novio es padrino del primogénito de Guillermo, George.
Asimismo, la madre del duque, Natalia Grosvenor, es madrina del príncipe de Gales. Y para más inri, el duque es padrino del príncipe Archie, hijo mayor del príncipe Harry y Meghan Markle. Sin embargo, a los duques de Sussex tampoco se les espera.
Para la gran ocasión, la novia ha lucido un impresionante vestido con motivos florales diseñado por Emma Victoria Payney y ribetes del velo de su tatarabuela. También portó la tiara Fabergé Myrtle Leaf, un accesorio que ha sido tradición en las bodas de las mujeres Grosvenor y que todas han usado el día de su boda.
Cuando la feliz pareja se de el sí, quiero se llevará a cabo la fiesta privada y se trasladarán hasta la finca familiar Eaton Hall, su mansión situada a dos kilómetros de distancia. Los festejos continuarán, de forma más íntima, este sábado 8 de junio con una segunda celebración.
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