Cada vez más rincones de Lugo nos recuerdan el pasado de la ciudad. Pasear por su muralla romana, la única del mundo que conserva transitable todo su perímetro, permite ahora descubrir en grandes dimensiones una de las figuras de un imperio que continúa marcando las tradiciones de esta acogedora urbe gallega. Y lo hace en forma de grafiti.
A la altura del número 133 de la Ronda da Muralla, no es necesario que levantemos mucho la mirada para que un imponente Julio César nos traslade en el tiempo hasta la romana Lucus Augusti. Su imagen está plasmada sobre un muro de 20 metros de alto y otros tantos de ancho. El grafitero local Diego As es el encargado de dar color a una zona muy concurrida de Lugo: ''el estado del muro no ofrecía la mejor de las imágenes y su ubicación permite admirarlo perfectamente si paseas por la muralla'', cuenta a Nius.
La obra forma parte del Urban Cores, un proyecto que permitirá embellecer progresivamente edificios y espacios públicos de la ciudad gracias a la técnica pictórica del grafiti. La idea es que cada año se puedan pintar tres fachadas diferentes y esta es una de ellas. Además de eso, esta cita con el arte urbano incluye actividades y talleres de grafiti orientados a la juventud más desfavorecida. Una propuesta que el área de Xuventude del consistorio lugués recibió con los brazos abiertos y en la que participan conjuntamente grafiteros locales con muralistas de fuera de la comunidad. Al de Diego As, se suman nombres como Concepto Circo o Dadospuntocero, entre otros muchos.
Diego As asegura que la estatua de Julio César reunía las condiciones estéticas idóneas para relacionar Lugo con el mundo antiguo adaptándose al entorno: ''tuvimos que pedir permiso a Patrimonio porque al estar al lado de la muralla no pudimos utilizar muchos colores y por eso combina solamente distintas tonalidades de gris''.
Para pintar el mural se han utilizado más de 100 litros de pintura plástica y no está terminado del todo, pero por muy poco: ''Nos falta una tarde de trabajo. Una avería en la grúa nos ha obligado a parar, mientras se arreglan papeleos del seguro'', explica Diego As.
El artista lugués lleva pintando 15 de sus 32 años y acumula en su haber más de un centenar de grafitis. El pasado mes de abril, Diego As fue uno de los ganadores de las Graffitti Battles junto al vasco NexGraff. La Liga Nacional de Graffiti, organizadora del certamen, decidió conceder un empate técnico a los dos ganadores por el alto nivel de sus obras y una igualada votación popular.
Además de las fiestas de san Froilán, las del Arde Lucus son otras que sus habitantes llevan impregnadas en la sangre. Aquí reviven cada inicio de verano el pasado castrexo y romano de la ciudad amurallada. Por eso no es de extrañar que coincidan a la hora de valorar positivamente cualquier proyecto que contribuya a embellecer sus rincones y relacionarlos con sus orígenes. ''Necesitamos que cualquier esquina cobre vida, y mejor todavía si es con algo tan nuestro'', reconocen sus vecinos. Opinión que comparte Paula García, luguesa de toda la vida: ''me recuerda al Arde Lucus, una fiesta emblemática y representativa. Además, no podían haber elegido mejor artista para realizarlo'', reconoce orgullosa.