“Gracias por la vida”: el banco que Manuel colocó como ofrenda frente al mar que casi lo engulle

  • Manuel Piñeiro, de 59 años, sufrió hace siete años un percance mientras se bañaba en una playa de Sanxenxo (Pontevedra)

  • Estuvo a punto de morir ahogado, pero un vecino de la zona lo rescató tras una petición desesperada a Nosa Señora de A Lanzada

El 2 de octubre de 2014, Manuel Piñeiro sufrió un percance mientras se bañaba en la playa de Pragueira, en Sanxenxo (Pontevedra). Aquel día de otoño, en el que pensó que se moría, se encomendó a la virgen de A Lanzada. Finalmente, producto casi de un milagro, un vecino de la zona se lanzó al mar, lo sacó del agua y lo puso a salvo en la orilla.

Siete años después de aquel percance, un banco con inmejorables vistas ha aparecido frente a la ermita de Nosa Señora da Lanzada. Tiene unas palabras inscritas: “Gracias por la vida”. Es el mensaje de agradecimiento que Manolo, como así le conocen los vecinos de la zona, ha puesto en el asiento. “Es una ofrenda a la virgen que intercedió para salvarme la vida”, cuenta a NIUS Manolo, de 59 años.

No es el primer banco que Manolo coloca en la zona. Poco después del accidente instaló otro justo frente a la playa en la que casi se ahoga. Ese asiento, prácticamente igual que el que ahora ha colocado junto a la ermita, está dedicado a Daniel. Así se llama el hombre que no dudó en tirarse al agua para salvarle la vida.

Una petición desesperada a la virgen

Manolo recuerda aquel día de otoño de 2014 como si fuera hoy. “Era un día de octubre, pero hacía calor y el mar estaba en calma”, describe. Por eso, tras una jornada de vendimia, aparcó su moto junto a la playa de Pragueira para darse un chapuzón. Lo hizo en una poza natural en la que se había bañado en infinidad de ocasiones y en la que, según dice, aprenden a nadar muchos niños de la zona. “Estaba estirado hacia atrás, como haciendo el muerto, pero de repente vino una ola y me lanzó hacia las rocas, golpeándome fuertemente el pecho”, cuenta.

El golpe dejó a Manolo sin respiración. “Luché por salir a la superficie, moví un poco los brazos. Pero no era capaz. En ese momento le pedí a la virgen que me ayudase a salir de allí para volver a ver a mi nieto de 8 años”, relata. Cuando ya se había rendido, su deseo se cumplió.

Un héroe que es “más que de la familia”

Manolo tuvo la suerte de que Daniel, un vecino de la zona, se encontraba en ese momento en la playa junto a su novia. “Se lanzó al agua sin dudarlo y consiguió traerme hasta la orilla. Yo me quedé inconsciente y así estuve, sin recuperar el sentido, hasta que llegué al hospital de Pontevedra”, asegura.

Los médicos le dijeron que había sido un milagro no solo el haber sobrevivido, sino también el que no le hubiese quedado ninguna secuela de aquello. Manolo está convencido que la virgen intercedió poniendo a Daniel en su camino. “Por eso, decidí hacerles un homenaje a los dos”, explica.

Manolo, cantero de profesión desde los 13 años, decidió colocar en 2019 un banco de piedra con mensaje frente a la playa de Pragueira. Un asiento con vistas a las Islas Cíes y a las Ons. Lo puso también justo delante del chalé donde vive su salvador. "Grazas pola vida" ("Gracias por la vida"), le puso como dedicatoria. "Lo instalé por sorpresa en un lugar donde pudiese verlo todos los días, al entrar y al salir de casa", cuenta. Daniel lo descubrió antes de su inauguración, justo cuando lo estaban colocando. "Fue un día muy emotivo", recuerda. Para él, asegura Manolo, Daniel es ya "más que de la familia".

Este 2021, Manolo ha cumplido la segunda de sus promesas. Hacer una ofrenda en forma de banco a Nosa Señora da Lanzada. Este viernes, junto a un grupo de amigos, este vecino de Sanxenxo colocó un asiento de piedra, con el mismo mensaje de agradecimiento, junto a la ermita. “Tiene las mejores vistas del mundo”, comenta Manolo. Vistas al mar que casi le arrebata la vida.