Ha sido todo un descubrimiento. Algunos nunca habían oído hablar de él y a otros no se les había pasado por la cabeza practicarlo. Los miembros de la Asociación Compostelana de Esclerosis Múltiple acudieron al campo con cierto escepticismo, pero desde que probaron el croquet hablan maravillas de este deporte. Un mazo, varias bolas y unos arcos en un campo de hierba son los elementos de esta disciplina, que les aporta múltiples beneficios.
“Estoy muy contenta, nunca había jugado y es genial”, afirma Margarita Sanmartín. Tiene 67 años y le diagnosticaron esclerosis múltiple hace 30. Tiene momentos mejores y otros, cuando tiene algún brote, en los que está más limitada, pero tiene claro que el secreto es no parar. “Tengo mis limitaciones, pero no puedes pensar en ellas, hay que mirar para delante. Ando mal, tengo mucha inestabilidad, me caí cientos de veces, literalmente. Pero ya aprendí la técnica para caer bien”. Para esas caídas que suelen sufrir los enfermos de esclerosis el campo de croquet es un buen amortiguador. “Es una alfombra de césped, allí no te haces daño al caer”, asegura Margarita.
Su compañero Tomás está igual de entusiasmado: “Jugábamos al golf desde hace más de 15 años. Hace poco nos ofrecieron hacer un curso de croquet. Teníamos nuestras dudas, pero como nos encanta probar cosas nos animamos. ¡Y fue tan divertido!”. Cuentan que el golf es más exigente físicamente y cuando se encuentran peor no pueden practicarlo. Pero el croquet les parece el deporte ideal para sus limitaciones. “Es menos agresivo, desarrollas el equilibrio y la concentración. Es maravilloso”, opina Tomás.
“Es un deporte que fue olímpico y que en los últimos tiempos se ha puesto de moda. Y Galicia es la segunda comunidad con más número de clubs y de campos”, explica Marisa Barandiarán, gerente del Aeroclub de Santiago. Ellos les ceden las instalaciones y han puesto a disposición de este grupo de entre 5 y 9 pacientes un profesor. “La superficie del campo es totalmente plana, así que para la falta de equilibrio que tienen los enfermos de esclerosis les va fenomenal", añade.
En el campo se libran dos batallas, la de quién ganará la partida y la de luchar contra los efectos de la esclerosis. “Yo habitualmente llevo bastón”, cuenta Margarita, “mis compañeros también tienen que llevarlo. Con la esclerosis un día estás bien y al día siguiente hecha un churro. Pero el mazo nos ayuda a estabilizarnos y nos da seguridad”.
Los expertos afirman que el ejercicio aeróbico es un buen neuroprotector y el croquet permite realizar deporte a baja intensidad. También es una buena forma de trabajar la fuerza. El mazo no llega al kilo y medio y las bolas pesan menos de medio kilo. Al realizar muchas repeticiones cargando o lanzando a lo largo de un partido, el mazo funciona como una pesa que ayuda a fortalecer los músculos de las piernas, brazos, cadera, espalda y abdominales.
El croquet también ayuda a mejorar la coordinación y la actividad cognitiva, ya que es un deporte de estrategia en el que debes visualizar la resolución de cada jugada, lo que requiere concentración y planificación. Tomás lo tiene claro: “Requiere concentración, estrategia y desarrolla una cantidad de aptitudes y valores que realmente engancha”.
Todos coinciden en que muchas veces acaban cansados, pero felices. El esfuerzo les vale la pena. “Mi neurólogo me dice que, siempre con cuidado, cuanto más podamos hacer, mejor. A veces tienes que sentarte y descansar, pero si me muevo aunque acabe cansada luego estoy mejor”, afirma Margarita.
“Es muy divertido y al acabar vas a tomar el café, comentas la partida y psicológicamente nos va fenomenal. Las enfermedades te van limitando poco a poco, cada vez te cuesta un poco más hacer las cosas. Ir un día o dos a la semana a jugar al croquet es una maravilla. Recuperas capacidades de manera brutal”, asegura Tomás.
“Llevan un mes practicando y están encantados. Es una actividad que les obliga a salir, están al aire libre y les va fenomenal. Hacen ejercicio porque tienen que andar por todo el campo. Y el movimiento pendular que se hace para golpear la bola con el mazo es como hacer pesas, pero más suave, así que para tonificar la musculatura les va fenomenal”, explica Marisa Barandiarán.
La iniciativa ha sido todo un éxito. En el Aeroclub de Santiago ya están recibiendo llamadas desde otras partes de España, preguntando dónde pueden practicar.
La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica que daña las células del sistema nervioso central. Es degenerativa y aunque hay tratamientos paliativos, no tiene cura. En España la padecen alrededor de 50.000 personas y Galicia es el área con la prevalencia más alta de España, con una incidencia anual algo superior a 5 pacientes por cada 100.000 habitantes.
Se la conoce como la enfermedad de las mil caras, porque tiene síntomas muy variados. Los pacientes tienen sensación de fatiga y cansancio extremo. También dificultades al caminar, pérdida de equilibrio, rigidez muscular y problemas de atención.
Cada 18 de diciembre se celebra el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple.