El pleno del Concello de Salceda (Pontevedra), uno de los primeros en Galicia en apostar de manera contundente contra la violencia de género, ha aprobado un protocolo contra el acoso sexual y acoso por razón de sexo por el cual obligará a los funcionarios y empleados municipales a acudir a cursos en los que se formarán para mejorar la convivencia entre hombres y mujeres, y que los instruirá para detectar y evitar, entre otras cosas, situaciones tan normalizadas como lanzar un piropo a una viandante, por ejemplo.

El protocolo cuenta con el apoyo de los sindicatos del Concello y de todos los grupos municipales y según consta, ningún trabajador del Ayuntamiento podrá oponerse a los cursos "por causa alguna".

La alcaldesa, Loli Castiñeira, incluso ha pedido que también acudan los concejales, y en este sentido ha asegurado que los del gobierno local “acudirán voluntariamente”. En declaraciones a Faro de Vigo, explica que aunque no pueden obligar a que lo hagan los de la oposición, también los anima a participar: “Todo lo que vamos a aprender es importante para mejorar la convivencia y evitar cualquier tipo de acoso sexual”, incide.

Además de incluir formación obligatoria para todo su personal, el Concello de Salceda, en el marco de este protocolo, asegura el apoyo legal y psicológico para las víctimas, así como su reinserción, incidiendo en los cursos en las medidas de prevención y sensibilización de la ciudadanía.

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