Ya se ha convertido en toda una tradición navideña en Vigo: unos 200 ancianos que viven en residencias esperan como agua de mayo a que los taxistas de la ciudad los lleven al centro a ver las luces de Navidad; una Navidad que se anuncia más allá de nuestras fronteras y que cada año gana adeptos al mismo ritmo que aumenta su presupuesto.

Y hablando de agua, este año la lluvia casi les arruina la visita, y aunque por un momento temieron perderse su ansiada excursión anual, unos 42 taxistas voluntarios los recogieron en los lugares habituales “para devolverle parte de lo que esta gente nos ha dado y nos sigue dando aún”, expresaba uno de ellos a los micrófonos de Informativos Telecinco.

Y aunque unos pocos mayores no se atrevieron al salir de los vehículos para disfrutar del ambiente navideño, la mayoría se animó a cruzar el Paseo de Alfonso para llegar hasta el árbol de Porta do Sol, donde el alcalde, Abel Caballero, los esperaba para recibirlos y desearles personalmente unas felices fiestas.

Gracias a esta acción benéfica de los taxistas de la ciudad, personas como Marifé, Conchita o Antonia, que salen en contadas ocasiones de la residencia en la que viven, han podido disfrutar de la Navidad de Vigo en todo su esplendor, e incluso, desafiando a la lluvia, se han animado a entonar villancicos al pie del árbol…como se suele decir en Galicia en estos casos: “Se chove, que chova”.

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