En la localidad de Pontevedra se ha vivido un caso de violencia familiar en el que ha tenido que intervenir de forma urgente la Policía Local. Los agentes han detenido a una mujer de 59 años por agredir a su propia madre, una anciana de 86 años.

En el parte policial facilitado por los agentes se indica que los vecinos del propio edificio en el que residen llamaron a la policía porque escucharon "un fuerte golpe en el suelo". Además, los testigos aseguraban que las disputas enrte hija y madre eran muy frecuentes.

Al llegar los agentes de la Policía Local, comprobaron que la víctima estaba en medio de una crisis de ansiedad. El relato es que ambas habían comenzado una discusión por un tema sin importancia que acabó con la hija dándole puñetazos en la cabeza y en la frente y con un fuerte empujón que la tiró al suelo.

Ante los gritos de auxilio de la mujer, subieron vecinos que vieron a la víctima tirada en el suelo y la ayudaron a levantarse, como así confirmaron a los agentes. La detenida, por su parte, dijo que su madre se había caído y simuló que ella le había pegado.

Por último, a esta mujer, que había tenido una orden de alejamiento de su madre que ya no estaba en vigor, la policía le atribuye un delito de violencia doméstica.

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