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El delegado del Cotobade, equipo de fútbol de Tercera Regional que se enfrentó la pasada jornada de liga al Poio, ambos equipos de Pontevedra, recibió un brutal puñetazo en la cabeza durante el encuentro, propinado por un jugador rival que ni siquiera estaba convocado, y que lo dejó en estado de inconsciencia.
Ocurrió casi al final del partido, concretamente en el minuto 89, cuando una aficionada del Poio comenzó a increpar a los jugadores del Cotobade desde la grada. El portero suplente se levantó y empezó a aplaudir, una acción que provocó más ira en la mujer y, sin pensárselo dos veces, bajó al terreno de juego y le dio una bofetada al futbolista.
En ese momento, el delegado del equipo decidió intervenir y separarlos pero, según narran los testigos en la prensa local, “un hombre se abalanzó sobre él y le propinó un puñetazo que lo dejó inconsciente en la banda”.
El vídeo, que circula por las redes sociales, fue gravado desde la grada, y en él se ve como el joven no tiene tiempo ni de reaccionar ante el repentino golpe que lo llevó al hospital.
Las personas allí presentes apuntan que el golpe fue tal que “lo tumbó en el suelo, no fue ni capaz de poner las manos y empezó a sangrar por la boca”, añaden.
Se da la circunstancia de que ese hombre, que huyó del lugar tras la agresión, es un jugador del equipo local que no estaba convocado para el partido, y que, según emitió la directiva del CFB Poio en un comunicado, fue expulsado inmediatamente del equipo.
El cuanto a la víctima, un joven de poco más de 20 años, fuentes próximas a lo sucedido señalan en La Voz de Galicia que “era un crío y está muy asustado, dice que no quiere volver más al fútbol”, añaden. Fue trasladado en ambulancia al hospital de Montecelo, donde le realizaron varias pruebas para valorar el alcance del puñetazo.
La Guardia Civil acudió al lugar de la agresión y, además de tomar declaraciones a los testigos, procedió a la identificación de los agresores; incluida la mujer, que en un primer momento se negó a dar sus datos.
En su comunicado, el CFB Poio agradece a todas las personas que “colaboraron y transmitieron calma para que el desafortunado incidente no fuera a más” y condenan estos hechos “tan bochornosos” que tuvieron lugar en sus instalaciones: “Actos como este no se pueden tolerar”, añaden.
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