Una octogenaria de Ourense lleva a juicio a su exmarido, nonagenario, por no pasarle la pensión: “Vivo de lo que me dan mis hijos”
El hombre, divorciado de su pareja en 1986, dejó de pasarle la pensión de unos 330 euros hace casi tres años
Asegura que "se tiene que arreglar" con los 700 euros al mes que cobra y de los cuales unos 500, dice, "se van en medicinas"
El Constitucional pone límites a los padres que ocultan sus bienes para no pagar la pensión a sus hijos
Este martes quedó visto para sentencia, en el Juzgado de lo Penal número dos de Ourense, el caso contra un hombre de 90 años al que su exmujer, de 88, lo acusa de un delito de impago de pensiones.
El anciano, que podría ser condenado a una pena de cuatro meses de prisión y el pago de más de cinco mil euros en concepto de responsabilidad civil, cometió un presunto delito de “abandono de familia”, al dejar de pagar, desde hace casi tres años, la pensión compensatoria a su exmujer impuesta en el año 1986.
MÁS
Tanto la defensa como la acusación admiten que el hombre decidió dejar de pasarle la compensatoria (que venía abonando cada mes, durante décadas, desde que se divorciaron), aunque discrepan en los motivos.
La denunciante: “Vivo de lo que me dan mis hijos y como puedo”
Mientras él se defiende que incurrió en el impago porque “su situación económica empeoró”, al asegurar su abogado que “cobra 695 euros al mes y paga más de 500 en medicación”, la acusación opina que el investigado “sí tiene medios” y que “no paga porque no quiere, no porque no pueda”, y sostiene que el nonagenario dispone de bienes e incluso llegó a cobrar una importante cantidad de dinero justo antes de que se detectaran los impagos.
En su testimonio, publicado por la prensa local, la denunciante expuso la “precaria” situación en la que se encuentra, relatando que el dinero que le abonaba su exmarido (unos 330 euros) supone para ella “la única fuente” de ingresos: “Vivo de lo que me dan mis hijos y como puedo”, asegura.
El denunciado: “Me tengo que arreglar con 700 euros al mes”
Añade que trató de pedir beneficencia pero nunca se la concedieron porque, oficialmente, consta que recibe esa paga de su antiguo compañero sentimental y padre de sus hijos.
También añadió que durante años tuvo que acudir la vía del embargo para cobrar, algo que ya no puede hacer porque “el acusado enajenó sus bienes”.
En su derecho a la última palabra, el hombre expuso que: “Me tengo que arreglar con 700 euros al mes”, según él, recursos insuficientes para ayudar económicamente a su ex.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.