La ansiada rampa para los bañistas en Lugo casi es un hecho: trasladan más de un centenar de mejillones en el Miño
Los técnicos movieron río arriba a los bivalvos para poder colocar la infraestructura en los próximos días
La Xunta exigirá nuevas comprobaciones y apunta que solo podrá usarse hasta el 15 de septiembre
La alcaldesa de Lugo, Paula Alvarellos, afeó al gobierno gallego la cantidad de trámites que son necesarios
Los vecinos y vecinas de Lugo están cada vez más cerca de poder disfrutar de una rampa de acceso al río Miño que les facilite el baño en una zona de ocio pública, que hasta ahora no se podía habilitar.
El problema era que en el lugar habitaban cientos de mejillones de río que han tenido que ser reubicados unos treinta metros aguas arriba, una zona aceptada por los técnicos de medioambiente como segura para los bivalvos.
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Con todo, la alcaldesa de Lugo, Paula Alvarellos, afeó al gobierno gallego la cantidad de trámites que son necesarios para acometer esta actuación y permitir a los y las lucenses acceder cómodamente al río para disfrutar del baño, al haber puesto “nuevos condicionantes que exigirán comprobaciones sucesivas después de pasados dos y cinco días de la extracción de los moluscos”.
Cruce de acusaciones entre Administraciones
Por su parte, la prensa local indica que desde la Xunta aseguran haber estudiado “con la máxima diligencia” la documentación que le fue aportada por los representantes del Ayuntamiento de Lugo y que se procedió a autorizar el traslado de los ejemplares de náyades Potomida littoralis y Unio delphinus a otra zona del río no afectada por las obras: “La Consellería actuó una vez más de manera ágil para no perder el tiempo innecesariamente”, indican.
Pese a las nuevas modificaciones, el Ayuntamiento de Lugo ha ido realizando el proyecto a lo largo de todo el verano, algo que utiliza la Xunta a su favor para demostrar la correcta actuación de los organismos pertinentes.
La rampa sólo se podría usar hasta el 15 de septiembre
Además, desde el Ejecutivo autonómico destacan que “la autorización del organismo de cuenca para la instalación de la rampa es únicamente hasta el 15 de septiembre del presente año”, lo que en la práctica se traduce en que la plataforma esté operativa “apenas unos días” este año.
De manera que, tras más de un año de “propuestas infructuosas”, Lugo seguirá sin una playa fluvial pública al no contar con el beneplácito de Medio Ambiente, pero la plataforma para los bañistas ya casi la rozan con sus dedos.
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