El cóctel infernal de los marineros del Argos Georgia en las Malvinas: temperaturas gélidas, fuertes vientos y olas de hasta ocho metros

Luto y conmoción tras el naufragio del pesquero ‘Argos Georgia’ frente a las Islas Malvinas. De los 27 tripulantes del barco, diez son españoles, y el Gobierno ha confirmado este miércoles que, por el momento, hay dos fallecidos de origen gallego, –uno natural de Vigo y otro de Baiona, Pontevedra–, y dos desaparecidos, de Ribeira y Noia, también de Galicia.

En total, según los últimos datos, hay un total de 14 supervivientes, nueve fallecidos y cuatro desaparecidos.

De los 10 tripulantes españoles, los supervivientes confirmados son seis, y cuatro de ellos gallegos, tres de Ribeira (A Coruña) y uno de Pontevedra, además de una persona natural de Barcelona y otra de Albacete.

Los hechos se produjeron cuando navegaban con un mar helado, con fuerte temporal y a casi 300 kilómetros de la costa; un cóctel fatal y que no ha hecho sino complicar la operación de búsqueda y rescate desde que el martes se produjese el naufragio. La embarcación se hundió en medio de unas condiciones durísimas tras haberse perdido su pista a las 17:47 horas del lunes, hora argentina.

En declaraciones a Informativos Telecinco, Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), nos explica que el escenario en que se produjo el naufragio estaba condicionado por un cúmulo de factores fatalmente condicionantes, marcado especialmente por las bajas temperaturas.

“El principal enemigo es la hipotermia: temperaturas muy bajas, con olas de seis o siete metros. Si uno no está preparado, hablamos de una supervivencia de minutos”, expresa.

La zona de Malvinas, precisa, “se caracteriza por mucho viento”, de “30 o 40 nudos”. Además, “la altura de ola es muy grande, y especialmente allí, donde es el invierno austral y donde las horas de luz son pocas”.

“Todo eso es un cóctel que implica que, si entra agua en el barco, hay que actuar de manera rápida y tener suerte, porque otro factor determinante es la lejanía de la costa. Son 300 km de distancia. Los helicópteros están al máximo de su radio de autonomía”, apunta.

En ese auténtico infierno, con vientos de 130 kilómetros por hora y olas de hasta más de siete metros y gélidos cuatro grados de temperatura, los supervivientes intentaron abandonar el Argos Georgia usando las balsas salvavidas.

Transmitiendo “un mensaje de apoyo a las familias” y recalcando que estarán “hasta que nos quede un hilo de esperanza para rescatar a los desaparecidos”, Javier Touza explica que conocía a César Acevedo, uno de los marineros fallecidos, oriundo de Vigo.

“No tenía mucho trato con él pero era un patrón con amplia experiencia dentro de la comunidad”, señala, recordando que aunque muchos marineros “están acostumbrados a las inclemencias meteorológicas, a veces pasan estas desgracias”.

Consciente de que “las primeras horas son cruciales y hay mucho en juego”, explica que antes del trágico naufragio del ‘Argos Georgia’ mandaron “el mensaje de SOS porque las condiciones eran muy negativas”.

“La seguridad de la vida humana siempre es una prioridad. Se produjo el abandono del buque de manera ordenada. Se arrojaron las tres balsas salvavidas y, según la información que tenemos, les dio tiempo, –no sé si a todos–, a ponerse el traje de supervivencia”, cuenta, explicando que el capitán del barco, que había lanzado el SOS por una vía de agua en el casco, “ha sobrevivido” y que “es necesario realizar un informe por parte de la comisión de accidentes marítimos” para evaluar lo ocurrido.

“En las labores de rescate participó un arrastrero de Vigo que en ese momento estaba realizando una labor de investigación científica. Y dada la proximidad al buque siniestrado, fue en busca de los marineros”, detalla.

Los supervivientes, que estuvieron casi 24 horas interminables a la deriva hasta ser rescatados, lograron refugiarse en tres balsas salvavidas, siendo crucial el traje de supervivencia, algo que, recuerda Touza, no es tan fácil de poner para cualquiera.

En total, dos pesqueros, uno gallego, que estaban en la zona, lograron poner a salvo a 14 tripulantes supervivientes, recuperando trágicamente nueve cuerpos sin vida, continuando cuatro personas desaparecidas.

Las condiciones del mar comprometen su búsqueda. Este jueves por la tarde llegarán los supervivientes a tierra. Seis de ellos son españoles: "Lo que nos trasladan es que se encuentran bien con alguna lesión leve", ha dicho sobre ellos el delegado del Gobierno en Galicia. Pedro Blanco. Sus testimonios servirán para explicar la tragedia en unas latitudes que marcan a todo aquel que las visita.

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