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La lluvia que ha estado cayendo este domingo 16 de junio en Pontevedra no ha frenado una nueva manifestación de rechazo a que se instale la fábrica de "megacelulosa" en Palas de Rey (Lugo). Esa que la empresa Altri pretende levantar allí.
Ya el jueves el sector pesquero de Galicia se movilizó también contra este proyecto. "Es la condena a la muerte de la ría de Arousa", advirtieron tajantes. Igualmente en mayo hubo otra protesta por sus "terribles consecuencias" medioambientales.
El grave problema que prevén es el vertido de "30 millones de litros de agua contaminada al río Ulla". Uno que desemboca en la zona de marisqueo pontevedresa, la más importante de la región gallega. Por eso, creen que tendría un fuerte impacto en varios ámbitos.
En Informativos Telecinco hemos estado en Pontevedra para comprobar qué opinan los afectados. Llevaban carteles en los que se podía leer "no a la contaminación", "en defensa de nuestro mar y de nuestra ría" e incluso "Xunta traidores".
Los manifestantes le exigen al Ejecutivo de Alfonso Rueda y al Gobierno central que paralicen la creación de la planta. Una que otros países de Europa como nuestro vecino Portugal no quieren tener. Así que tampoco desean que esté en Galicia.
Ni la necesitan económicamente ni la ven buena para la salud de los habitantes de la comarca. "No se puede mentir diciendo sólo que van a instalar una fábrica para crear textil ecológico y con tecnología puntera, cuando hay detrás mucho más", critica el alcalde de Pontevedra.
También otros portavoces de asociaciones movilizadas hacen referencia a otro problema que acarrearía: "La eucaliptización en las provincias costeras de Pontevedra y A Coruña, ya que los eucaliptos son la materia primera para estas fábricas textiles".
Y el proceso consiste en sustituir pastos y cultivos para plantar grandes cantidades de estos árboles. Algo que acaba con "la biodiversidad", como ya lo ha hecho en otras zonas de la comunidad autónoma donde se plantaron para otras empresas.
Después de esta última movilización, la siguiente será el 30 de junio en la capital gallega de Santiago de Compostela (A Coruña). Insisten en que no van a parar hasta que se cancele el proyecto. Su futuro social y económico está en juego.
Así como un "modelo de vida de explotación racional de los recursos naturales", como ha recordado Antón Masa, presidente de la Plataforma en Defensa de la Ría (APDR). Ese que tratan de conservar en muchos territorios gallegos.
Se ven amenazados ahora por únicamente "la riqueza y el dinero" que creen que motiva este tipo de industrias.
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