Protestan contra la fábrica de Altri en Palas de Rey, Lugo, por sus "terribles consecuencias"

Miles de personas han marchado este domingo por el municipio de Palas de Rey (Lugo) para mostrar su rotundo rechazo a una planta de "megacelulosa". La empresa portuguesa Altri tiene intención de instalarla en la localidad.

En este fin de semana de protestas, como la que también hubo en Palma contra el turismo, se han reunido manifestantes procedentes de distintos puntos de Galicia. Todos con un mismo objetivo: la oposición a un proyecto que "batió un récord".

Uno de alegaciones presentadas, con más de 25.000, según reconoció la propia Xunta. "Hay estudios que apuntan que generaría daños al ecosistema, incluidas las aves", nos ha asegurado un portavoz de Greenpeace.

Decenas de plataformas se han unido contra la instalación de la fábrica de fibras textiles. "Otros países como nuestro vecino Portugal no quieren este tipo de instalaciones. Nosotros no queremos ser el vertedero de Europa", ha añadido.

Tras haber pasado la fase de información pública, está en manos de los técnicos decidir si la planta se construye o no. Los residentes en la región lucense lo tienen claro: "Estamos preocupados por nuestra salud, nuestro entorno y el sector primario".

Porque "las consecuencias pueden ser terribles", según ha calificado Marta Gontá, de la Plataforma Ulloa Viva. Nos ha señalado que se produciría una contaminación atmosférica y del agua que discurre por el río Ulla.

"Atenta gravemente contra la naturaleza", advierten

La idea que tiene la multinacional lusa es "captar 46 millones de litros de agua al día y parte de ellos devolverlos al cauce". Estarían "tratados, pero contaminados también", advierten e inciden en que los problemas se trasladarían a la ría de Arosa.

Allí, en una de las zonas más importantes para el marisqueo en Galicia, es donde desemboca el Ulla. Por tanto, afectaría a más espacios, aparte del de la comarca lucense donde está Palas de Rey.

Otros vecinos lamentan que les quieren "echar de las tierras" rurales donde viven. "Si se instala la planta, mi concejo moriría", alerta una residente en el campo gallego. Todos coinciden en que el proyecto planteado "atenta gravemente contra la naturaleza".

"El Estado español y la Xunta de Galicia deberían hacer más caso a lo que opinamos sobre esto. No sólo pensar en las industrias, porque nosotros vivimos aquí", ha criticado la mujer en declaraciones a Informativos Telecinco.

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