Este martes, 21 de mayo, a las 9:29 horas (un minuto más tarde de lo previsto) ha partido de Vigo el primer AVE con origen en la ciudad hacia la estación de Urzáiz en Madrid. Hace días que se ha colgado el cartel de completo y aunque dará un rodeo de 70 kilómetros para pasar por Santiago, supondrá ponerse en la capital en poco más de cuatro horas, tiempo que aseguran “se irá rebajando” con la consolidación del servicio, para quedarse en algo más de tres horas y media.
Algunos pasajeros han querido mostrar sus primeras impresiones ante las cámaras de Informativos Telecinco: Víctor está emocionado, se considera privilegiado por poder estrenar el primer tren de alta velocidad que parte de Vigo hacia Madrid: “Era muy deseado este tren”, nos confiesa, “a ver qué tal la experiencia”, añade.
Pero la experiencia, que de entrada pintaba muy atractiva, se truncaba ya antes de llegar a la estación de Ourense, donde el convoy se quedó parado sin alimentación eléctrica: “Debido a una avería técnica nos encontramos detenidos a escasos metros de la estación. Disculpen las molestias y seguiremos informando”, anuncian por megafonía.
Hay tiempo para pararse a observar los detalles: olor a nuevo, pantallas táctiles, butacas mullidas de calidad en la zona confort y espacios mejor aprovechados con una hilera más de butacas en la zona estándar, velocidad punta de 330 km/hora… el nuevo convoy promete.
Pero tras casi hora y media de parada, la inquietud y el cabreo empieza a palparse en los cerca de 500 pasajeros que viajan en este Avril. Por ejemplo una señora que nos cuenta que tiene enlace a las cinco en Atocha para ir a Barcelona: “Al paso que vamos no sabemos si vamos a llegar”, comenta.
Otro pasajero nos cuenta: “Tenemos gente esperándonos pero esto no funciona. Empezamos bien las vacaciones”, ironiza.
Las causas de la avería no están claras. Aunque fuentes de ADIF señalan al pantógrafo del tren, un Alvia que había salido antes desde A Coruña, también estuvo dos horas parado en el mismo sitio, a la entrada de la estación ourensana, aparentemente “por un problema de señalización”, explican.
A medida que aumenta el tiempo de detención, el hartazgo de los pasajeros se hace más notorio. Renfe necesita solucionar el percance cuanto antes así que, ironías de la vida, usa un Alvia (el modelo de tren al que sustituye el de alta velocidad) para remolcar al convoy hasta Taboadela, “y ya se supone que desde ahí a Madrid. A ver qué pasa”, nos retransmite nuestra compañera Sara.
Nos acordamos ahora de las palabras de una de las pasajeras que partía con nosotros desde Vigo y nos da la risa: “Hay buena comunicación ahora y eso facilita mucho las cosas, tardaremos unas cuatro horas pero compensa a ir en avión porque entre una cosa y otra se tarda lo mismo”, contaba ilusionada.
O las de otro pasajero: “Las ventajas al avión son bastantes, no hay que ir al aeropuerto y estar una hora antes, con 5 minutos llega”, explica.
Esta vez no ha habido suerte. El estreno del AVE en Vigo ha sido demasiado accidentado como para hablar bien de él, de hecho, nos piden disculpas: "Debido a la incidencia antes reseñada, su tren Ave 4454 circula con una demora de 130 minutos. Por favor, tenga en cuenta que este tiempo puede variar a lo largo de su recorrido", nos informan desde la compañía.
La primera impresión no ha sido buena, habrá que esperar al viaje de vuelta, que llega a Vigo al filo de la medianoche, para corroborar si, finalmente, este servicio compensa al avión.
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