Los monjes carmelitas toman las calles de Santiago: "Siempre fueron de clausura y ahora los encuentras por todos lados"
La comunidad religiosa procedente de Colombia ha tomado el relevo a las madres descalzas
Los hermanos rezan el rosario y cantan dirigiéndose a la Virgen del Carmen de la fachada del monasterio
Sus cánticos llaman la atención de viandantes y peregrinos que llegan a la ciudad y se detienen a observarlos
Los Hermanos Carmelitas Contemplativos, que llegaron a Santiago de Compostela desde Colombia hace apenas un mes para fundar una comunidad en el antiguo convento de las Madres Carmelitas Descalzas, se han convertido en el nuevo atractivo turístico de la ciudad, al dejar maravillados con sus alegres cánticos, que entonan en el exterior del monasterio, a locales y visitantes.
Se han tomado al pie de la letra las palabras que pronunció el papa Francisco al poco de iniciar su pontificado en Río de Janeiro en 2013, cuando dirigiéndose a las Juventudes Cristianas dijo: “¡Quiero que la Iglesia salga a la calle!”.
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Ellos se sienten "sanadores del alma y para eso no quieren continuar con el legado de clausura; al revés", explican, quieren "abrir sus puertas a los feligreses para que les conozcan y la religión sea más accesible", detalla el Prior.
Así que, desde el momento que aterrizaron en la capital gallega, los monjes no han dudado en trasladar sus oraciones del cenobio al atrio del convento, donde rezan el rosario en presencia de peregrinos y compostelanos que pasean por el entorno de las rúas de San Roque y Santa Clara y lo intercalan con alegres cánticos.
Eso es lo que más llama la atención de los viandantes: los cánticos religiosos que alternan con las oraciones, y que acompañan con instrumentos musicales variados tales como una guitarra, una flauta travesera o unas maracas.
Lo hacen dirigiéndose a la imagen de la Virgen del Carmen que preside la fachada del convento y que a veces pasa desapercibida para los visitantes que van con la vista puesta en visitar la Catedral.
Muy activos en redes sociales
Estos monjes, que han recurrido a Instagram para llegar a los más jóvenes de la comunidad, relatan el día a día de su vida contemplativa a través de vídeos y fotografías que toman de sus quehaceres en la ciudad gallega, donde parece que han sido muy bien acogidos.
Lejos del canto gregoriano que habitualmente protagoniza las liturgias en el ámbito monástico, cuenta El Correo Gallego que “los nuevos inquilinos del Carmelo compostelano optan por ritmos más actuales, pero que invitan igualmente a la meditación”.
Uno de los siete monjes colombianos, el hermano Pedro de la Santa Cruz, asegura que “rezar el rosario en el atrio del monasterio es, sin lugar a dudas, una experiencia muy bonita”, y añade que “muchas personas pasan por este lugar sin darse cuenta de que Nuestra Señora está aquí, cuidándolos, acompañándolos, guiándolos”.
Salir a la calle con sus rezos es, para ellos, la manera de expresar su amor por la Virgen, aunque a la ciudadanía le llama la atención: “A mí lo que me extraña es que siempre fueron gente de clausura, que nunca salió a la calle, y ahora de repente los encuentras por todos lados”, explica una vecina de la zona, que añade que está “encantada con su presencia en la ciudad”.
Y es que supone todo un privilegio escucharlos a pie de calle para dejarse contagiar de su paz interior y su alegría.
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