Ratifican la condena de 11 años de cárcel para el hombre que abusó de su hija y la obligó a mendigar en Santiago

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha confirmado la sentencia que le impone 11 años de cárcel al padre acusado de abusar sexualmente de su hija mayor, obligarla a mendigar y agredirla, de forma habitual, tanto a ella como a su hermana. Al procesado se le impuso como medida adicional la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima durante 17 años y durante cuatro con su hermana.

La madre fue condenada a dos años y nueve meses de prisión como coautora de los delitos de violencia habitual en el domicilio y la prohibición de comunicarse con sus hijas y a acercarse a ellas durante cuatro años. Las declaraciones de la víctima y de su hermana fueron calificadas de “claras y consistentes a lo largo del proceso” por los magistrados.

Los padres dejaban a la menor en las puertas de los supermercados

La sentencia de la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, los magistrados han probado que, en 2017, la víctima era “forzada a mendigar” y dejó de cursar secundaria con 17 años por sobrepasar la edad límite de su obligatoriedad. "Habitualmente la trasladaban en coche por las mañanas desde el domicilio familiar a Santiago de Compostela y la dejaban a las puertas de distintos supermercados", señalan en el texto.

Cuando llegaba la noche, la recogían y ella les entregaba el dinero obtenido. La situación, según la sala, se prolongó hasta su mayoría de edad. En el fallo los magistrados afirman que, desde la infancia, ambos condenados “propinaban con frecuencia a ambas, y en especial a la mayor, golpes consistentes en bofetadas, tirones de pelo o empujones, llegando su madre a golpearlas con una escoba o con una zapatilla; y su padre, con el cinturón”.

El padre le dijo que quería tener relaciones sexuales con ella

La Audiencia señala que estas agresiones se llevaron a cabo durante “muchas ocasiones” y que finalizaron cuando la hija mayor dejó de vivir con la familia. Entre los motivos o pretextos que tenían los condenados estaba “el modo en que desarrollaba las tareas domésticas que le ordenaban o el poco dinero que les entregaba tras mendigar”, destacan en el documento judicial. Cuando la víctima era menor de edad, su padre "le dijo de forma insistente y repetida que quería mantener relaciones sexuales con ella", según los jueces.

En la resolución, se aseguraba que la menor "sin querer ni ser en absoluto su voluntad tener tales relaciones, se sometió días después a las exigencias de su padre a causa de la influencia que este ejercía sobre ella, y mantuvo en repetidas ocasiones, durante los meses de junio y julio, relaciones sexuales con el acusado". "Su voluntad se vio doblegada, anulada, por el hecho de ser su padre, quien le requería sexualmente, por el peso de los factores psicológicos propios de tal relación y del poder que aquel ejercía en la familia y respecto de su hija", concluyen. Estos factores determinaron que la víctima "no fuera capaz de hacer valer su voluntad y se plegase, cediese, ante la insistencia de su padre en realizar unos actos que ella no deseaba en absoluto".

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