El desbordamiento de varios ríos provoca graves destrozos en Galicia: “Fue como un tsunami de repente”
Varias viviendas de la zona de Santa María en Neda se inundaron por la crecida del río Besteiro
Las fuertes lluvias también han causado inundaciones en los municipios coruñeses de Dumbría y Mazaricos
Cinco ríos permanecen en Galicia bajo vigilancia por caudal elevado y la Xunta pide medidas de autoprotección
Las intensas lluvias han motivado que varias viviendas de la zona de Santa María, en Neda (A Coruña), se vieran inundadas tras la rotura de un muro en uno de los laterales del río Besteiro, donde el Belelle también se desbordó.
Jorge López, un vecino de esta zona, ha asegurado que el agua alcanzó "hasta un metro y medio" en su vivienda y que han perdido "absolutamente todo".
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Así, ha detallado que "tanto caudal que traía el río, rompió un muro y canalizó directamente" el agua hacia su casa, "rompió el portal, cruzó la carretera general, saltó para la casa y fue como un tsunami de repente".
Este residente en Neda ha afirmado que empezó a subir agua, "10 centímetros, 15, 20... y cuando nos dimos cuenta teníamos metro y medio".
López lamenta que tiene afectados “electrodomésticos, camas y muebles” y que con todo lo que había trabajado con su mujer “nos quedamos sin nada”, pues cuenta que el agua se llevó hasta su cartera.
Inundaciones en Dumbría y Mazaricos
Las fuertes lluvias caídas a lo largo de este lunes, sumadas a la apertura del embalse de A Fervenza, también han causado inundaciones en los municipios coruñeses de Dumbría y Mazaricos, donde ha desbordado el río Xallas.
En concreto, una de las zonas más afectadas ha sido la de Ponteolveira, donde algunas edificaciones han sufrido la entrada de agua y han quedado anegados campos, caminos y puentes.
En las inmediaciones del embalse de A Fervenza se han registrado algunas de las precipitaciones más intensas de este lunes, concretamente en las estaciones de Fontecada, en Santa Comba, con 108 litros por metro cuadrado; y de Coto Muíño, en Zas, con 95,8 litros por metro cuadrado. Al agua caída se ha sumado la apertura de las compuertas del embalse, que ha llevado a un incremento rápido del caudal.
En esta zona, uno de los destrozos más importantes ha tenido lugar en el albergue Ponte Olveira, un establecimiento hostelero que se encontraba cerrado coincidiendo con el fin de la temporada de llegada de llegada de los peregrinos que se dirigen a Fisterra.
Su gestora, Alba Lado Rodríguez, no ocultaba su desolación por el estado del local: “Esto es para llorar. Tenemos el agua por encima de la rodilla, las mesas, las sillas e incluso los congeladores están flotando”.
La hostelera, que se estrenó este año en la gerencia del albergue, apunta además que “lo peor de todo es que no podemos hacer nada porque el agua sigue subiendo”.
Cinco ríos permanecen en Galicia bajo vigilancia por caudal elevado
Un total de cinco ríos permanecen bajo vigilancia por riesgo de desbordamiento debido a las precipitaciones caídas en las últimas semanas que se acumulan.
De hecho, la Xunta de Galicia mantiene activo el Plan Inungal con el fin de monitorizar el nivel de los ríos puesto que los caudales son elevados y pueden producirse desbordamientos puntuales en sus cursos.
Concretamente, se encuentran en el umbral de seguimiento: Rego das Mestas (Valdoviño), Mandeo (Aranga), Castro (Cee), Dubra-Tambre (Val do Dubra), Barcala-Tambre (Negreira) y el Oitavén (Soutomaior).
En este contexto, dicen desde el Ejecutivo, “es importante que la población adopte medidas de autoprotección que contribuyan a garantizar su seguridad”.
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