Una Primitiva premiada con 4,7 millones de euros, un dueño desconocido y un lotero acusado. Son los ingredientes de una historia de lo más rocambolesca sucedida en A Coruña. Dicen que la realidad supera a la ficción, y tanto es así que la productora Unicorn Content se ha basado en estos hechos para producir una docuserie que se estrena este viernes en HBO Max. Tres capítulos conforman “Se busca millonario”, que refleja el famoso caso.
Todo comenzó el 26 de junio de 2012. Fue cuando se selló el boleto que después apareció en la administración de Loterías de Manuel Reija. Él asegura que el 2 de julio se encontró la Primitiva en el mostrador cuando no había nadie en la administración, y por lo tanto no sabía a quién podía pertenecer. Tras descubrir que estaba premiada, según su versión, le entregó el resguardo a su hermano Miguel Reija, que por aquel entonces era el delegado de Loterías y Apuestas del Estado en A Coruña.
Pero según pudo comprobar la Policía, el lotero en realidad comprobó en pocos segundos un total de cuatro boletos, las apuestas que el agraciado había realizado en otra administración de la ciudad días antes. Las investigaciones apuntan a que en el caso de la Primitiva premiada, se comprobó hasta en tres ocasiones. En la máquina tuvo que aparecer el mensaje de “premio superior”, pero el lotero sólo le abonó al propietario un premio menor, de tres euros, que correspondía a otro de los boletos. Por eso la Fiscalía acusa tanto al lotero como a su hermano de engañar al dueño del boleto para quedarse con el dinero.
El hallazgo de la Primitiva premiada se mantuvo en secreto durante algo más de un año. Todo salió a la luz tiempo después, cuando el lotero explica lo sucedido e intenta cobrar el dinero ya que, según la ley, si no aparece el dueño en dos años, el premio es para quien lo encontró.
En 2013 se publicó un anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) en el que se encomendaba al Ayuntamiento de A Coruña abrir un ‘expediente de hallazgo’ durante dos años para tratar de dar con su dueño. Es entonces cuando se hace público que hay un millonario que todavía no sabe que lo es.
Pero ya era tarde para revisar las cámaras de seguridad del establecimiento en el que se había sellado la Primitiva. El tiempo transcurrido complicaba mucho la investigación para localizar al legítimo propietario.
Desde entonces ha habido más de 200 personas que aseguraban que el boleto era suyo. Desde que empezó la cascada de reclamaciones se han celebrado juicios por demandas civiles. Solo los familiares de dos personas que reclamaron el premio y que ya han fallecido interpusieron una querella penal. También murió el hombre al que la policía atribuye la propiedad de la Primitiva premiada. Un jubilado de A Coruña que realizaba la misma apuesta habitualmente.
Once años después el dinero sigue sin dueño. Y el botín ahora es más grande, porque los 4,7 millones de euros han ido aumentando por los intereses que se han generado durante este tiempo.
El lotero y su hermano están pendientes de juicio. Ambos se sentarán en el banquillo acusados de un delito de apropiación indebida. Pero la Audiencia de A Coruña ha estimado el recurso de apelación formulado por la Abogacía del Estado y se ha acordado el sobreseimiento provisional de la causa respecto a otros cuatro investigados, todos ellos altos cargos de Loterías y Apuestas del Estado en el momento en el que sucedieron los hechos.