Una familia de Vigo (Pontevedra) lleva tres días en un sinvivir. Curro, el agaporni que llevaba cinco años viviendo con ellos, ha desaparecido.

Solían sacarlo de su jaula con frecuencia. Andaba libre, tanto por la casa como por el patio interior del piso en el que residen, situado en la Plaza América. Sin embargo, el pasado martes, Curro se echó a volar y no volvió.

María, quien entonces se encontraba en casa con el pájaro, lo vio irse hacia el tejado de un edificio y, después, ya no lo vio más. “Tengo un disgusto enorme”, cuenta a NIUS.

No solo porque ella era quien estaba con él cuando se escapó, sino también por lo triste que está su hijo Lucas, de 13 años. Él fue quien lo compró con sus ahorros, cuando tenía 8, y está muy preocupado por él. “Es que Curro era uno más de nuestra familia”, explica María.

María y su hijo han colocado carteles por el barrio vigués en el que viven para tratar de localizarlo. Creen que Curro pudo haberse desorientado. “Podía alejarse unos diez metros, pero siempre regresaba a la jaula porque aquí era feliz”, asegura María.

Sostienen que lo más probable es que, con estos días de lluvia, haya tratado de refugiarse en algún balcón. Tienen la esperanza de que alguien lo haya visto y lo tenga en su casa. “Es un pájaro muy inteligente y sociable. Le gusta mucho estar con la gente”, asegura.

Curro es del tamaño de un periquito. Por el color de sus plumas, no pasa desapercibido. “Tiene el cuerpo amarillo, la cabeza verde y el pico rojo”, explica María. Cuenta con una anilla con un número que lo identifica. “Si lo llamas, te atiende”, añade.

Esta familia pide que si alguien lo tiene o lo ve, llame al número 640 898 701. “Es muy importante para nosotros”, recalca.