“Mi papá ha matado a mamá con una pistola”. Eso fue lo que dos niños, de cuatro y siete años, relataron a los vecinos que los socorrieron el 16 de septiembre de 2019 en Valga (Pontevedra). Acababa de producirse uno de los crímenes más atroces de las últimas décadas. La madre, la abuela y la tía de esos dos menores habían sido asesinadas a tiros.
Detrás de ese revólver estaba, presuntamente, José Luis Abet Lafuente, el padre de esos dos niños. Ese hombre, que reconoció ser el autor del triple crimen ante los investigadores, tendrá ahora que responder por lo ocurrido en el juicio que se celebra a partir de este lunes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra.
Abet se enfrenta a la prisión permanente revisable. Es la pena que solicitan para él tanto la Fiscalía como las acusaciones particular y popular, esta última ejercida por la Fundación Amigos de Galicia. Un jurado popular será el que dicte el veredicto.
El tribunal deberá determinar si él es el culpable de asesinar a su exmujer, Sandra Boquete, de 39 años; su exsuegra, Elena Jarmardo, de 57; y su excuñada, Alba Boquete, de 27. También se le acusa de tenencia ilícita de armas y de dos delitos de lesiones psíquicas graves por los daños causados a los hijos, que presenciaron los hechos.
Los hechos que se van a juzgar ocurrieron el 16 de septiembre de 2019 en el exterior de una casa situada en la parroquia de Cordeiro, en el municipio de Valga (Pontevedra). Era la vivienda en la que Sandra vivía junto a los dos niños pequeños (de cuatro y siete años) que tenía en común con el acusado.
Según el escrito de la Fiscalía, todo sucedió cuando la víctima se disponía a salir en coche para llevar a sus hijos al colegio, a primera hora de la mañana. El presunto autor del crimen se presentó allí con un revólver y, después de bloquearle la salida del garaje, le pegó cuatro tiros a la mujer a través de la ventanilla. Uno en la cara, dos en el cuello y un cuarto en el pecho. Sus dos hijos, dentro del vehículo, presenciaron el terrible episodio.
Tras el asesinato, Abet se habría marchado en su coche. Sin embargo, habría regresado al cruzarse con el vehículo de la madre y la hermana de la víctima, quienes se dirigían al domicilio para auxiliarla tras recibir una llamada de socorro.
Cuando las dos mujeres estaban intentando socorrer a Sandra, Abet habría efectuado otros siete disparos contra ellas. También con sus hijos como testigos. Ambas murieron en el acto.
“El acusado fue plenamente consciente de la presencia y proximidad de sus hijos menores en el momento de matar a su madre, a su tía y a su abuela, siendo también consciente de que tal traumática y violenta visión menoscababa gravemente su integridad psíquica produciéndoles secuelas de gravedad dada su corta edad”, afirma la Fiscalía.
Una vez cometido el triple crimen, según recoge el escrito de Fiscalía, les dijo a sus hijos que esperasen allí hasta que llegase la Guardia Civil. Él se marchó en coche. Condujo hasta la casa de su madre, a unos 20 kilómetros de allí.
Desde esa vivienda, donde él residía a raíz de su ruptura sentimental, llamó a la Guardia Civil para entregarse. Antes se había deshecho del arma arrojándola al río Tambre.
El acusado se encuentra en prisión preventiva desde el 17 de septiembre de 2019. Primero fue llevado a la cárcel de A Lama (Pontevedra) y después fue trasladado al Centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas (León).
Tras el triple asesinato, Abet se dedicó a enviar una serie de audios en los que se señalaba como culpable. Uno de ellos, a un brujo africano que habría contratado previamente con el objetivo de realizar un ritual de magia negra, con el sacrificio de un camello traído de África incluido, para que su exmujer y su familia política muriesen.
“Ya se acabó amigo. Ya maté a las tres (ja,ja) Ya están las tres para enterrar. Ahora ya no hacen falta ni las 24 horas ni camello ninguno. Las maté sin camello. Ya están las tres muertas: la madre, ella y la hermana. Ahora voy a pasar el resto de mi vida en un calabozo”, le dijo con total frialdad.
Pero además de estos audios, habría otros vídeos grabados 48 horas antes del triple crimen delante de la casa de su exmujer, en los que muestra su enfado por la custodia y el régimen de visitas de los hijos.
“Tenía que venir mi madre y a mi madre no se los deja, pero a la suya sí”, relataba Abet antes de sentenciar. “Hombre, al final voy a tener que tomar medidas”. Una frase que deja entrever cuáles eran sus pretensiones.
La Audiencia ha reservado un total de cinco días para la vista oral, por lo que el juicio se prolongará durante toda la semana.
El lunes, día 6 de marzo, el juicio arrancará a las 10.00 horas con la formación del jurado popular (que no es pública) y la declaración del acusado. Tras su comparecencia está previsto que declaren once testigos.
Para el martes están citados 17 agentes de la Guardia Civil, mientras que el miércoles está prevista la presencia de diez testigos y tres guardias civiles. El jueves será el turno de los especialistas, con varios psicólogos, médicos forenses y, también, agentes del servicio de Criminalística. El viernes se reservará para la presentación de informes.
Entre los testigos se espera que declare el abuelo de los niños, que perdió en el crimen a su mujer y a dos hijas. También del chamán africano al que Abet habría contratado para hacer un ritual de magia negra a su familia política, además de los vecinos que socorrieron a los niños.