Agentes de la Udev ven "indicios suficientes" para culpar al acusado del crimen del Cash Record

Casi 30 años después del asesinato de Elena López y Esteban Carballedo, una cajera de 32 años y un reponedor de 26 de un supermercado de Lugo, el pasado lunes comenzaba la vista oral por el crimen del Cash Record, un atraco en el que Elena y Esteban murieron tiroteados el 30 de abril de 1994. En el banquillo, un único acusado: M.J.V.C, un hostelero que ahora vive en Burgos y que ha negado su implicación en el doble asesinato.

En la cuarta jornada del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Lugo, un Inspector jefe de la Unidad Central de Delincuencia Especializada de la Comisaría General de Policía Judicial de Madrid ha declarado este jueves que "no había pruebas determinantes", pero "sí indicios suficientes para declarar al acusado autor del doble asesinato".

Este inspector, desplazado a petición de la Fiscalía en 2013 a Lugo para investigar el caso, cree que el acusado "cumple todos los requisitos" y que la persona que mató a la cajera y al reponedor tenía "la intención de no dejar testigos, ya que sabría que lo iban a reconocer" porque era una persona "conocida por los trabajadores del local" que, además, "estaba familiarizada y no de forma superficial con las armas".

Este jefe ha añadido además que la investigación seguida por los agentes de Lugo coincidía "al 100%" con las conclusiones a las que llegó su brigada. Ha contado en su declaración que el acusado se debió de enterar de que se estaba volviendo a preguntar por el crimen, ya que en la intervención de su teléfono se comprobó que había buscado en Internet "páginas de 'personas en busca y captura en España'".

Atraco a otro supermercado en 1992 y un tercer asesinato

Este mismo agente de la Udev ha mencionado la supuesta relación del acusado con otro atraco ocurrido en Lugo dos años antes en el Cash Miño con "el mismo modus operandi" y que en aquel atraco, cometido por dos personas, uno se refirió al otro con el nombre del acusado.

Asimismo, ha señalado que estas investigaciones también podrían imputarle a M.J.V.C. un tercer asesinato, el de un hombre natural de Monforte de Lemos que apareció muerto en una finca en las inmediaciones de Lugo y que según el agente, podría ser "por cuestiones de droga".

De este modo ha declarado que el juzgado rechazó reabrir la causa, aunque ha puntualizado que "hay indicios que señalarían que el acusado lo mató y se quedó con el dinero".

Los primeros agentes que llegaron al Cash Record

En esta cuarta jornada del juicio han estado también los tres primeros agentes de la Policía Local que llegaron al lugar de los hechos. Según han relatado, se encontraban trabajando en la calle y fueron hasta el establecimiento con un coche patrulla y un furgón de atestados tras ser avisados del suceso por parte de la sala del 092.

En esa llamada ya se les había indicado que había dos fallecidos. Cuando llegaron, había varias personas fuera del local. Creen que eran familiares de las víctimas. Acordonaron la zona y revisaron el local hasta la llegada de la Policía Nacional y la jueza de guardia.

Sobre si había o no una huella en la sangre, uno de ellos "no lo recuerda" y los otros dos creen que "si que había", pero que "no saben si se analizó" y que quizás "fuese de un familiar".

Registros en el bar y el domicilio del acusado

Por la Audiencia de Lugo ha pasado este jueves además un antiguo inspector de la Policía Local que participó en los registros del bar del acusado en la Rúa Nova y del domicilio de los padres. Este ha recordado que en el bar se encontraron una jarra blanca con un teléfono anotado en papel, dos cuchillos de monte con fundas, un bolsa de heroína con 1 gramo y 270.000 pesetas.

También ha destacado que había varios billetes "enumerados de forma correlativa", que aunque el acusado señaló en un su momento que se correspondían con la recaudación, a los agentes les pareció "imposible".

Otro policía local ha detallado que encontraron una cantidad importante de dinero en el bar y que en el piso aparecieron, entre otros objetos, una peluca y unos guantes. Según ha indicado el antiguo inspector, esto puede hacer pensar que la mujer que supuestamente podría estar implicada "igual no lo era".

Tenencia de armas y un guardia civil incriminado

El inspector de la Policía Local jubilado ha hablado también sobre el relato de uno de los toxicómanos que declaró el martes y que apuntó que había acompañado a su cuñado, ya fallecido y al que supuestamente el acusado le propuso el atraco y al acusado a probar unas armas en las inmediaciones de Ramil (Lugo) antes del crimen.

De esta manera, ha indicado que en la inspección del pinar "no se encuentran casquillos", pero que había dos pinos con "dos orificios, uno de entrada y otro de salida" y que en otro "se hizo una incisión y se encontró un proyectil de una pistola 9 milímetros".

Además, ha vuelto a salir el nombre del guardia civil ya fallecido al que otro compañero retirado señaló este miércoles por tenencia de armas y explicó que "tú le dabas un arma y él te la arreglaba. No sé si lo hacía con armas ilegales, pero se comentaba".

Sobre este asunto, el antiguo inspector resaltado que tiene la presunción de que a este guardia civil "se le entregaron las armas para que las reconstruyera", lo que impediría ser reconocidas en las pruebas periciales.Los médicos forenses que llevaron a cabo las autopsias de los fallecidos se han ratificado en sus informes y han apuntado que ninguno de los cadáveres presentaba "señales de lucha".

Por su parte, los agentes de la Comisaría General de Policía Científica han apuntado que se hizo un primer informe con un estudio sobre en el que se llega a la conclusión de que "las vainas fueron percutidas por un mismo arma y las balas disparadas por un mismo cañón", con lo que según esto, "lo lógico es que interviniese un arma".

La esperanza de los familiares de las víctimas

Las familias de las víctimas del doble crimen del Cash Record lamentan que el tiempo que ha pasado es lo que "ahora juega en contra”. Aun así, no pierden la esperanza y, durante un receso del juicio este jueves han considerado que "ahora creen que pinta bien".

Aquella noche del 30 de abril de 1994, Isabel, la hermana de la cajera asesinada, se desplazó hasta el Cash Record del Polígono de O Ceao de Lugo preocupada por la tardanza de Elena en regresar a casa. Allí descubrió que tanto ella como Esteban, los únicos empleados que quedaban en la tienda a la hora del cierre, habían sido asesinados a tiros en el transcurso de un robo.

Este jueves, Isabel se ha preguntado por qué se ha tardado tanto en celebrar un juicio que ya pensaban que nunca iba a llegar y cree que se ha intentado proteger al acusado. La abogada de las familias, la criminóloga Carmen Balfagón, ha avanzado que este viernes planteará sus conclusiones y ratificará la petición de 28 años de prisión para el procesado. Las miradas están puestas en la fiscalía, que no ha presentado cargos y quiere que se archive la causa, mientras la defensa mantendrá la libre absolución.