O Fuciño do Porco, el principal reclamo turístico del municipio de O Vicedo (Lugo), no ha resistido al temporal. Las fuertes lluvias y el viento de esta semana han provocado daños importantes en este espacio natural y el ayuntamiento se ha visto obligado a cortar el paso de forma indefinida.

La escalera que da acceso al sendero que transcurre por sus espectaculares acantilados se ha desplazado por una serie de socavones que se han producido en el terreno. “El acceso, tal y como está ahora mismo, es un peligro para los visitantes”, explica a NIUS José Antonio Quenlle, técnico de cultura y turismo de O Vicedo.

El problema es que el arreglo de esos destrozos no se solucionará con una obra de mantenimiento menor. Tal y como han comprobado en una visita el alcalde de la localidad, Jesús Novo, y el presidente de la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao, Francisco Barea Paz, será necesario redactar un proyecto de mayor envergadura que tendrá que ser licitado.

"Queremos hacer una obra que perdure en el tiempo y garantice la seguridad, y no estar cada poco tiempo con arreglos", afirma el alcalde Jesús Novo, a NIUS.

Desde el Concello de O Vicedo advierten que ahora mismo no es seguro visitar este enclave costero y, por eso, han colocado vallas para impedir el paso y carteles que alertan del riesgo que existe. Esa señalización ha sido colocada tanto en el propio acceso, como en el parking situado a un kilómetro y medio de los acantilados.

O Fuciño do Porco ha servido para colocar a este municipio de A Mariña de Lugo en el mapa turístico. Es uno de los lugares más visitados en Galicia cada verano, por eso esperan que la zona pueda abrirse de nuevo antes de la temporada estival.

Solo en los meses de julio y agosto del año pasado, O Fuciño do Porco recibió unas 48.000 visitas. Ese es el dato de reservas que registró la web de la Xunta, ya que para acceder a este paraje natural durante los meses de julio y agosto, como ocurre con la Playa de As Catedrais, es necesario hacer una reserva previa.