La yincana navideña de Fernando está a punto de comenzar. En su cabeza ya, las localizaciones que servirán de escondite. A buen recaudo aún, los décimos de la Lotería de Navidad con los que repartirá ilusión por todo Lugo.
Es ya el tercer año que este lotero lucense organiza esta especie de 'juego del tesoro'. Y en cada edición, el nivel aumenta. “Este año no serán 25, sino 50 los décimos que esconderemos”, afirma Fernando Toubes a NIUS.
Los boletos ya no solo podrán encontrarse en el barrio de San Antón, donde se sitúa la administración de loterías que Fernando regenta. En esta ocasión, los décimos se ocultarán en distintos lugares de la ciudad de Lugo. La dinámica, la misma que en años pasados: quien encuentre cada boleto, se lo queda.
El juego comenzará este domingo, el 11 de diciembre, y finalizará el 20 de diciembre, dos días antes de la celebración del Sorteo de Navidad.
“Cada día esconderé cinco décimos y daré una serie de pistas para poder localizarlos”, manifiesta. Esas pistas se publicarán, a diario, en el periódico El Progreso.
Fernando Toubes es el dueño de la Librería Galicia, una papelería de Lugo que también funciona como administración de loterías. Fue en la Navidad de 2020 cuando se le ocurrió, por primera vez, esconder unos décimos por el barrio y animar a sus vecinos a encontrarlos.
“La gente estaba encerrada en casa y pensé que esto sería un aliciente para hacerlos salir”, afirma Fernando. Él los repartía de forma gratuita y quien encontrase el boleto, se lo quedaba. La implicación fue tan grande que llegó a encontrarse a vecinos buscando los boletos con linternas por la noche.
Dado el éxito, en 2021 decidió repetir. Tuvo que tener cuidado al esconderlos. Algunos trataron, incluso, de seguirlo por la calle en el momento que trataba de ocultarlos. “Este año ya están pendientes, no paran de preguntarme”, asegura.
Todos los décimos que repartirá esta Navidad serán del número 01181, el mismo que el año pasado.
Los décimos podrán estar ocultos en cualquier lugar de la ciudad. En el asiento de un banco, en un jardín o en la misma Muralla de Lugo. “El pasado fin de semana fui a mirar las localizaciones”, asegura.
Cada boleto estará metido dentro de un sobre de plástico para que no se deteriore. “Los décimos son los originales y hay que garantizar que puedan aguantar las inclemencias del tiempo”, explica Fernando.
Habrá pistas más fáciles y otras que no lo serán tanto. “Hay localizaciones muy difíciles”, asegura. Los boletos que nadie pueda localizar serán destinados a una buena causa. “Los donaremos a distintas ONG de la ciudad”, explica.
Si ese número resultase premiado con el Gordo de Navidad, este lotero repartiría 20 millones de euros por toda la ciudad. De no resultar agraciados, Fernando, al menos, ya habría cumplido su misión: repartir suerte y felicidad entre los lucenses.