Mateo, el soldador gallego inspirado por Papá Noel, luchará por ser el mejor del mundo

  • Este joven gallego de 19 años competirá por el título de mejor soldador del mundo en el ‘World Skills’ 2022

  • En marzo de este año fue el ganador del ‘Spain Skills’, el certamen para estudiantes de FP

  • NIUS ha hablado con él justo antes de coger el avión que le llevará a Estados Unidos, donde se celebra el concurso

Su primera máquina para soldar se la trajo Papá Noel cuando tenía solo 15 años. Dudaba entre pedir un volante para su videoconsola o una soldadura. Al final, llegó a la conclusión de que lo segundo iba a ser más útil en su vida. Y lo fue. “El 25 de diciembre de 2017 quemé mi primer electrodo”, cuenta a NIUS.

Desde entonces, Mateo Rubal (Viveiro, 2003) pasa sus días soldando hierro y aluminio. En casa y en el trabajo. Y se le da muy bien. El pasado mes de marzo fue elegido mejor soldador de España en los Spain Skills, el certamen para estudiantes de Formación Profesional (FP). Se impuso a otros 14 jóvenes de todo el país. Antes había logrado ganar también el concurso a nivel autonómico.

Ahora se enfrenta a otro reto, aún mayor. Será el representante de España en el World Skills 2022, que se celebra entre el 17 y el 20 de octubre en Cleveland, en el estado de Ohio (Estados Unidos). Allí luchará con 24 soldadores de otros países por convertirse en el mejor del mundo.

Una pasión descubierta de adolescente

Nadie en su familia se dedica a hacer soldaduras. "Lo más parecido puede ser mi padre, que es joyero", explica a NIUS. Pero de adolescente, no sabe muy bien por qué, le gustaba ver vídeos de cómo unir piezas de metal. En cuarto de la ESO, con 15 años, ya tenía muy claro que no quería seguir estudiando. “No quise hacer el Bachillerato y fue la mejor decisión que tomé en la vida”, asegura.

La afición que tenía de soldar chatarras en casa con esa máquina que le había regalado Papá Noel, le llevó a alistarse en un ciclo medio de Soldadura y Calderería. En el IES María Sarmiento de Viveiro (Lugo), donde cursó sus estudios, se reafirmó en que ser soldador era la mejor opción laboral para él.

Hizo las prácticas en Rodabell, una empresa auxiliar de la fábrica de Alcoa San Cibrao, y se quedó en ella. Lleva año y medio trabajando allí. “Hago de todo, desde soldar tuberías a enormes chapas de hierro, aluminio u otros materiales más raros. Cada día aprendo una cosa nueva”, explica.

A sus 19 años ve su futuro en la soldadura. “Estoy muy a gusto y ahora mismo no me veo trabajando de otra cosa. Disfruto muchísimo haciendo lo que hago y eso, para mí, es lo más importante”, asegura. Además de trabajar, ahora completa su formación con un ciclo superior de Construcciones Metálicas en A Coruña.

Hablamos de su pasión por la soldadura cuando ya está camino de Estados Unidos. “Me da rabia no haberme podido preparar más. Pero es que no he tenido tiempo. Tengo muchas ocupaciones”, asegura. “Pero es una oportunidad única y la voy a aprovechar. Voy a hacer todo lo posible para ganar”, concluye. A ganas seguro que no le gana nadie. 

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