El guion previsto se cumplió. El exjefe de Seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, ha cargado toda la responsabilidad del descarrilamiento del tren Alvia, ocurrido el 24 de julio de 2013 en Santiago de Compostela (A Coruña), sobre el maquinista. El ex alto cargo de Adif ha defendido que la causa del accidente en el que murieron 80 personas se debió, únicamente, al exceso de velocidad de Francisco José Garzón Amo.
“Si hubiera frenado cuatro segundos antes no estaríamos aquí”, ha dicho al fiscal durante su interrogatorio. Cortabitarte ha eludido su responsabilidad como máximo responsable de la seguridad de Adif en el momento de la puesta en marcha de la vía, asegurando que no tenía competencias para evaluar los riesgos que existían en la línea 082. También ha defendido que la línea era "100% segura". Después y también antes del accidente.
Su declaración se ha producido en la tercera jornada del juicio que se está celebrando en la capital gallega por aquella tragedia que costó la vida a 80 personas y que dejó 144 heridos. El ex alto cargo de Adif y el maquinista son los dos únicos imputados por la tragedia. Fiscalía y acusaciones piden para cada uno de ellos cuatro años de prisión.
Como se esperaba, el interrogatorio de Cortabitarte ha sido mucho más largo que el del maquinista. Ha estado durante casi una hora y media respondiendo a las preguntas del fiscal y otra hora respondiendo a su abogado. No ha querido que el resto de partes interviniesen.
Con una retahíla de argumentos y explicaciones técnicas, Cortabitarte ha defendido que su único cometido era velar por si se cumplía o no la normativa y que no tenía competencias para evaluar si había o no riesgos en la línea. “Como dirección de seguridad interpretamos la normativa que hay sobre la regulación y habilitamos al personal de seguridad y la investigación y reconstrucción de accidentes, pero no evaluamos ni analizamos los riesgos”, ha asegurado. Cortabitarte ha asegurado que la responsabilidad de analizar si había o no riesgos en la vía era la UTE que hizo la obra.
El fiscal le ha recordado que fue él quien emitió un certificado de seguridad de la línea, sin el cual el tren no habría podido entrar en servicio. “Es uno de los ocho certificados que se emiten ahí. Es uno más. Todos son necesarios”, ha sostenido, restándole importancia a su certificación. "La dirección de seguridad lo único que hace en esta obra es que en el control, mando y señalización se ha cumplido la normativa CENELEC. Solo certifica que se ha cumplido la normativa CENELEC", ha insistido.
Cortabitarte ha asegurado que en la red ferroviaria española hay muchas curvas iguales a la de Angrois. "No era una curva peculiar", ha insistido. "Hay 1.800 en España con esas características o incluso peores", ha señalado, con la intención de dejar claro que ese punto no sería peligroso si el maquinista hubiera respetado la velocidad.
Tras hacer estas aclaraciones, Cortabitarte ha cargado toda la responsabilidad del accidente sobre el maquinista del tren, al haber circulado a 179 kilómetros por hora en una curva limitada a 80. Lo ha hecho sosteniendo que con el sistema ASFA –operativo tras la desconexión del ERTMS-, el control de la velocidad dependía de él.
“La causa del accidente es el incumplimiento del maquinista de la velocidad a la que tenía que circular”, ha defendido. Cortabitarte ha aludido a la formación y la “gran experiencia” de Francisco José Garzón Amo como conductor de trenes. “No debería haber circulado a esa velocidad como hacen el resto de sus compañeros”, ha insistido. Según ha explicado, 8.900 trenes habían circulado por la curva de Angrois sin incidencias antes de que se produjera este descarrilamiento.
Cortabitarte también ha hecho referencia a la llamada de teléfono del interventor que el maquinista atendió justo antes de que el tren descarrilase. “El maquinista ha estado hablando 100 segundos en el punto más importante que hay en la línea”, ha dicho. “Eso no puede hacerlo, es ilegal”, ha sentenciado.
El exdirector de seguridad de Adif ha insistido en que esa llamada hizo que no redujese la velocidad a tiempo. “Si hubiera frenado cuatro segundos antes, no estaríamos aquí”, ha dicho al fiscal.
Sobre la falta de señalización que existía en la vía, Cortabitarte ha insistido que las balizas no eran obligatorias en el momento en el que se produjo el accidente. “El reglamento no preveía la señalización de la curva con una baliza”, ha señalado al fiscal. "Curvas como esa hay muchas en España y no se señalizan", ha asegurado.
Sin embargo ha admitido que después del accidente, esa normativa cambió y se incluyó señalización en esos puntos. “¿Por qué no se vio este riesgo antes?”, ha cuestionado el fiscal, quien ha puesto de relieve la actuación pasiva que tenía la dirección de seguridad de Adif en el control de seguridad de la línea.
Sobre el cambio del sistema ERTMS a ASFA, Cortabitarte ha asegurado que se hicieron 195 desconexiones de ERTMS en España. Sobre por qué se decidió desactivar el ERTMS, el sistema que según informes técnicos habría evitado el accidente, Cortabitarte ha asegurado que “fallaba” y que era más seguro desactivarlo. El exdirectivo de Adif ha asegurado que el hecho de que no existiese ese sistema de frenado automático en el punto del accidente es "irrelevante" en las causas de la tragedia.
Sobre la queja que habría realizado un año antes el jefe de maquinistas de Ourense, advirtiendo de la peligrosidad de la curva, Cortabitarte aseguró no tener constancia de ella. "A mí no me llegó absolutamente nada", ha aseverado.
Andrés Cortabitarte ha revelado que se hicieron 140 inspecciones en la línea y que en ninguna de ellas se observó ningún riesgo. “¿La línea era segura?”, le ha preguntado el fiscal. “La línea era segura 100%, si no, no la hubiéramos puesto en funcionamiento”, ha defendido.