Viniendo por la carretera desde Santiago de Compostela hacia Esteiro, en el municipio de Muros (A Coruña), se divisa una isla. Está en medio de la ría y tiene una extensión aproximada de siete hectáreas y media. Ese terreno, ahora en manos privadas, pertenecía antiguamente a los vecinos de la zona.
Eso es lo que defiende la Plataforma pola recuperación da Illa da Creba. Miembros de este colectivo lideraron este fin de semana una acción protesta en la isla. Una treintena de personas acamparon en ella de forma pacífica durante una noche. Lo hicieron con un objetivo: reivindicar que esa porción de terreno en medio del mar sea devuelta al pueblo.
Hay que remontarse al año 1922 para entender la causa de esta reivindicación. Porque fue ese año cuando, de un día para otro, esa isla que era de los vecinos de Muros se registró como un bien privado. “La isla era un baldío, una especie de monte comunal, pero dos personas lo inscribieron en el registro como propio”, afirma Rodrigo Molinos ‘Bolato’, portavoz de la plataforma y vecino de la parroquia muradana de Esteiro.
Esas dos personas fueron Tomás Canay Pérez y Encarnación Gerpe Cantorna. Ambos eran vecinos de O Freixo, un núcleo situado en el limítrofe municipio de Outes (A Coruña). “Se aprovecharon de un error, que la isla no había sido incluida en el inventario de bienes del Ayuntamiento de Muros, para registrarla como propiedad privada en el Ayuntamiento de Outes”, explica Molinos.
Ahí comenzó la privatización de un terreno que siempre fuera, aseguran, de propiedad comunal.
En esa isla había, antiguamente, una ermita a la que se encomendaban los marineros que faenaban por la ría de Muros y Noia. Pero sobre esa pequeña iglesia se hizo, en los años 80, una construcción de lujo.
La construyó su actual propietario, un empresario de Santiago de Compostela que adquirió la isla a esos dos vecinos que supuestamente la usurparon. Se hizo con ella a través de un contrato de compra-venta.
“Cuando empezó la construcción, el Ayuntamiento de Muros consiguió paralizar la obra”, cuenta Molinos. Sin embargo, ahí se abrió un litigio que acabó ganando el actual propietario.
También comenzaba entonces una lucha popular para recuperar la isla que se ha mantenido en el tiempo hasta el día de hoy. "Hasta que se inició esa construcción, muchos vecinos de la zona no fuimos conscientes de que esa isla que considerábamos nuestra estaba en manos privadas", cuenta el portavoz de esta plataforma.
Tras esa vivienda, que muchos califican de "mansión", se produjeron más obras en la isla. “En 1989 se construyó un dique de abrigo y se hicieron una serie de rellenos”, explica Francisco Abeijón, autor del libro “A illa da Creba, un baldío comunal”.
Unos rellenos que ocuparon unos 5.140 metros cuadrados, aseguran, de dominio público marítimo terrestre. “En 2004 una sentencia de la Audiencia Nacional obligó a derribar todos esos rellenos, pero eso, a día de hoy, no se ha ejecutado”, cuenta Abeijón.
Es en ese espacio ganado al mar donde ahora, coincidiendo con el aniversario de aquella usurpación, han acampado los activistas de la Plataforma pola Recuperación da Illa da Creba. En total, 35 personas (miembros del colectivo y militantes de Galicia Nova) pasaron allí la noche del sábado al domingo. Durante el día, decenas de vecinos de Esteiro también se acercaron a la isla en embarcaciones.
“Pedimos a las autoridades que se expropie el terreno y se lo devuelva su verdadero propietario: al pueblo de Esteiro”, reclama el portavoz de la plataforma.
El Bloque Nacionalista Galego (BNG) presentó la semana pasada en el Parlamento de Galicia una proposición no de ley para reclamar la devolución de la isla a la titularidad pública. Sin embargo, la propuesta fue rechazada por el Partido Popular (PP).
Actualmente, la isla de A Creba es un complejo turístico que cuenta con cinco suites de lujo. Tiene, además, un helipuerto, un puerto, una piscina, un huerto ecológico y una biblioteca.