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30 de junio de 2012. Una Primitiva sellada cuatro días antes en una superficie comercial de A Coruña resulta agraciada con 4,7 millones de euros. Ese boleto premiado es el inicio de una rocambolesca historia que, una década después, sigue sin tener un final.
El caso está en manos de la justicia. Hay seis personas investigadas por un presunto delito de apropiación indebida. Cinco de ellas ocupaban puestos de responsabilidad en Loterías y Apuestas del Estado en aquel momento. El sexto investigado es el lotero que dijo haber encontrado ese boleto después de que alguien, según su versión, se lo dejase olvidado en su administración.
Sin embargo, las investigaciones policiales no apuntan a algo casual. Las pesquisas hablan de un plan que presuntamente el lotero habría urdido con el fin de apropiarse del dinero.
El boleto premiado fue comprobado el 2 de julio de 2012 en la administración de este lotero, un despacho situado junto a la coruñesa plaza de San Agustín. Manuel Reija, que así se llama, sostiene que se lo encontró en el mostrador de su despacho de loterías después de que alguien se lo dejase olvidado allí.
Tras descubrir que estaba premiada, la Primitiva fue entregada a su hermano, Miguel Reija, quien en aquel momento era el delegado de Loterías y Apuestas del Estado en A Coruña.
Nada trascendió entonces del extraordinario hallazgo. Se mantuvo en secreto durante algo más de un año. En ese tiempo, ni se revisaron las cámaras del establecimiento en el que se había sellado ni se hicieron otro tipo de gestiones para tratar de dar con su legítimo propietario. El lotero sí intentó, en cambio, cobrar el premio.
No se supo nada de la existencia de una Primitiva millonaria perdida en A Coruña hasta que en 2013 se publicó un anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). En él se encomendaba al Ayuntamiento de A Coruña, tal y como ordena la ley, abrir un expediente de hallazgo durante dos años para tratar de dar con su dueño.
Después de esto, más de 200 personas reclamaron ser las propietarias de la millonaria apuesta.
Siete años después, en 2019, el caso daba un giro radical. Un informe policial contradecía la versión del lotero y lo apuntaba directamente a él como sospechoso de haber engañado al legítimo propietario.
Las acusaciones se fundamentaban en el análisis de la máquina que comprobaba los premios de los boletos en su administración. Esa máquina demostraría que el 2 de julio de 2012, el lotero habría comprobado un lote de cuatro apuestas, las mismas que el acertante había adquirido días antes en otra administración de la ciudad. Lo hizo, según los informes, en cuestión de segundos. Una detrás de otra.
Las pesquisas apuntaron a que cuando el lotero pasó por la máquina el boleto millonario, saltó un mensaje en la terminal: “premio superior”. Sin embargo, no habría advertido al agraciado de ello. Únicamente le habría abonado un premio de tres euros, correspondiente a otra de esas cuatro apuestas.
Los análisis realizados por la Policía Nacional durante años también habrían permitido esclarecer quién es el legítimo propietario de la Primitiva millonaria. Se trataría de un hombre que ya ha fallecido. Los investigadores lograron llegar hasta él, entre otras cosas, porque siempre jugaba a los mismos números, vinculados, además, con fechas de su biografía. No es la única prueba. Hay más. Su tarjeta de crédito dice que realizó una compra en el centro comercial donde se selló el boleto (el Carrefour de Alfonso Molina) justo ese día.
El Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña, encargado del caso, emitió en octubre de 2021 un auto en el que ponía fin a la instrucción de la causa. Se cerraba con seis personas investigadas por unos hechos que pueden ser constitutivos de un delito de apropiación indebida.
Se trata del lotero (Manuel Reija), su hermano (Miguel Reija) y otras cuatro personas que ocupaban puestos de responsabilidad en Loterías y Apuestas del Estado en el año 2012: Juan Antonio Gallardo López, director de negocio de la Sociedad Española de Loterías y Apuestas del Estado; Joaquín Agudo Carreño, jefe del servicio de control de premios e invendidos; Juan Antonio López Martínez, responsable del servicio de desarrollo comercial; y José Manuel Ortiz del Pozo, director de producción.
Por el momento, no se ha fijado una fecha para la celebración del juicio. De hecho, el caso todavía no ha sido remitido a la Audiencia Provincial de A Coruña. La razón, apuntan fuentes del TSXG, es que hay una serie de recursos que todavía tienen que ser resueltos.
Diez años después, esa Primitiva millonaria sigue sin ser cobrada. Ya no vale 4,7 millones de euros, sino mucho más porque acumula intereses.