Los fantasmas del Windsor reaparecen 14 años después con la sombra de Villarejo
Hace 14 años se consumió el edificio de 106 metros y todo lo que había dentro. Comenzó en la planta 21, a las 23 horas en un despacho donde la última trabajadora se fumó unos cigarros. La alarma sonó y el vigilante que subió y vio las llamas no llevaba encima la llave maestra y el fuego se extendió. Estaba en obras, el cableado al aire y la ventilación era como una chimenea. Los ventanales conductores de calor convirtieron el Windsor en un lanzallamas. Los bomberos tuvieron problemas para hacer cortafuegos, lo intentaron en la planta 17, pero no consiguieron llegar con las mangueras para rociar la planta entera. En mitad de la madrugada, a las 3.30 dos personas subieron al piso 12 con potentes linternas. Un vídeo aficionado lo captó. La policía concluyó que eran bomberos, ellos lo negaron y hablaron de reflejos desde el edificio lateral. De nuevo la policía los desautorizó en otro informe. También la policía dio explicación a un pequeño butrón en el sótano. Lo habían hecho también los bomberos para salir porque tuvieron problemas y uno de los compañeros quedó atrapado. No eran reflejos ni fantasmas pero el misterio de los fantasmas del Windsor estaba servido. Hoy Moncloa.com lo retoma y habla de un fantasma, la sombra de Villarejo. Y atribuye al policía el colosal incendio. Lo enmarca en los cometidos de Villarejo, encarcelado, para ayudar al expresidente del BBVA, Francisco González.
La fiscalía anticorrupción estaba a punto de descubrir una presunta operación fraudulenta, la venta millonaria de una empresa ruinosa en la que González pudo haber sacado 4,5 millones. Su empresa de valores. La CNMV había metido sus zarpas en la operación pero el caso había quedado escorado sin resolver. Hasta que la Fiscalía se puso a remover. La prueba, supuestamente, la tenía Deloitte que ocupaba 20 de los 34 pisos, y Villarejo tenía que destruir los papeles: “ELIMINAR RASTROS DOCUMENTALES DE LA FIRMA DE AUDITORIA DEL... Eliminación física de los mismos” es lo que según el portal de internet dice un informa de acción final. Aseguran que lo hizo y lo dijo en un documento, una nota final, entregado tres días después del incendio: “EL OBJETIVO DE ESTE PROYECTO SE HA CUMPLIDO TOTALMENTE”. Las fuentes consultadas creen que en los planes de Villarejo estaba la destrucción de las pruebas y estaba buscando la manera de hacerlo cuando se produjo el fuego fortuitamente. Pudo aprovechar el suceso para dar por concluido su objetivo y hacerlo saber mediante una minuta por la que cobró. Los papales en cuestión estaban en la planta 23, dos por encima del origen del fuego. Los investigadores nunca encontraron acelerantes, ni rastro de que el incendio fuera intencionado. La causa penal se archivó provisionalmente sin poder culpar a nadie porque para la policía había sido un incendio fortuito.
Ahora Moncloa.com en su guerra particular vuelve a sacar un tema que parecía superado, el de los misterios del Windsor que en realidad nunca existieron. Y lo enmarca en el trabajo de espionaje que Villarejo desarrolló para proteger al expresidente del BBVA de los reiterados intentos de desbancarle en la batalla por el control del banco. El juez que lleva esa investigación, la del Villarejo espía, ha solicitado los papeles al portal, como ha hecho con cada papel que han sacado y no está en el sumario del caso porque son papeles inéditos que la policía no encontró en los registros al ex policía Villarejo.