El exprofesor del Valdeluz , condenado a casi 50 años de prisión por abuso sexual de 12 alumnas
Eran una niñas, sus alumnas en el colegio religioso Valdeluz de Madrid, y él Andrés Díez abusó de ellas. Los jueces consideran probados doce delitos de abusos sexuales continuados, algunos agravados por la edad de la víctima y el tipo de agresión.
La Sala del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que emite sentencia de culpabilidad, también considera que el exprofesor de Ética, Religión y Música, era querido y valorado por alumnos y familias, y " esa cercanía (...) unido a su de fama de profesor "guay", la aprovechó el acusado para tocarlas y satisfacer su deseo e impulso sexual..."
"Tan interiorizada tenía la fama (escriben en su escrito) que el acusado llegó a decir que las denunciantes estaban "coladas por él"..." Díez siempre negó los abusos, incluso dijo que lo habían denunciado como represalia a su esposa, también profesora en la academia.
Pero los hechos probados en el juicio, concluyen que Andrés Díez abusó de las menores durante las clases que impartía a los alumnos del Valdeluz, en una academia del mismo centro situada junto al mismo. Los abusos se cometían principalmente durante las clases de piano, individuales y fuera de la vista de otros.
De los besos y las cosquillas a tocamiento en zonas íntimas, escriben los magistrados. Una década de sufrimiento que ha dejado secuelas en las niñas y adolescentes: fobias, trastornos del comportamiento, capacidad de relaciones interpersonales. En la misma sentencia se reconoce la vulnerabilidad de los menores, un agravantes: "... el abuso sexual infantil es grave por lo que tiene de invasión destructiva del proceso de construcción personal..." Y todo con la inacción del colegio religioso Valdeluz, de Madrid, como se escribe en la sentencia que deberían haber actuado, dicen los jueces, al tener conocimiento de la denuncia de una víctima.
A Andrés Diez, se le condena a 49 años, cinco meses y 21 días de prisión, por 12 delitos continuados de abusos. el condenado recibe la sentencia en libertad, como ha estado desde que fue denunciado y detenido para interrogarlo. La Fiscalía ha pedido su ingreso inmediato en prisión. La última palabra la tiene la Audiencia provincial de Madrid, que deberá citar a una vistilla al condenado, para dictar en su caso, o no el cumplimiento de la sentencia. Aunque podría permanecer en libertad, hasta que ésta sea firme.