Robótica para ayudar a Jens y otros niños con atrofia muscular
Jens tiene 5 años y atrofia muscular espinal. Una enfermedad neuromuscular, degenerativa que debilita sus músculos. Pero ahora sabe lo que es ponerse de pie y caminar. Un entrenamiento que mejora su estado físico y también psicológico. Se lo permite un exoesqueleto pediátrico infantil, el primero del mundo, desarrollado por investigadores del Centro superior de investigaciones científicos (CSIC), y las empresas marsi-Bionic s, con financiación de Escribano Mechanic & Engineering, una empresa aeroespacial y de defensa.
El ingenio, de titanio y aluminio pesa 12 kilos y lo forman dos largos soportes que se ajustan a las piernas y al tronco del niño. Sensores, cables y motores se encargan de hacer de músculos y dar la fuerza que la enfermedad les resta para moverse. Lleva batería de litio recargables.
El prototipo ha salido del laboratorio para entrar en el hospital. El objetivo de la la investigación, una vez que se demuestra válida y segura para ser usada por humanos. El hospital Sant Joan de Déu de Barcelona lo tendrá a disposición de sus pacientes de entre 4 y 14 años, para estudiar el impacto que el entrenamiento de 1 hora tres días a la semana, tiene en mejorar su calidad de vida.
las empresas implicadas en el exoesqueleto infantil ya preparan otros 7 dispositivos iguales para ofrecerlos a hospitales y que puedan tratar a sus pacientes con atrofia muscular. Pero también se está desarrollando un model específico para la distrofia muscular de Duchenne, la nefermedad reuromuscular más frecuente en la infancia.