Iria Guede hace esta semana malabares para compaginar los exámenes en su colegio San Prudencia de Vitoria, donde cursa 3º de la ESO, con los preparativos para su inminente participación en el Campeonato Mediterráneo, los próximos 25 y 26, en Croacia. La esgrimista alavesa es la primera mujer vasca en formar parte de la selección nacional. “Estoy supercontenta”, confiesa.

La afición por la espada le surgió hace casi cuatro años, cuando el club de esgrima SAARVI (Sala de Armas de Vitoria), al que pertenece, realizó una exhibición de esgrima en su centro escolar. “Antes de aquello no sabía absolutamente nada de este deporte”, afirma, pero su tía Merche percibió que algo se despertaba en su sobrina y decidió apuntarla, “en realidad, nos apuntó a mi hermana y a mí, pero solo sigo yo”, explica Iria, que admite que la temporada pasada la “frustración” a punto estuvo de llevarla a abandonar.

Menos mal que no lo hizo porque, en este momento, ocupa el segundo puesto del ranking español de su categoría, M15. “A veces sientes deseos de rendirte, pero el esfuerzo da sus frutos”.

Precisamente en ese rango, competirá el próximo 25 de enero, en la localidad croata de Vsar, durante el Campeonato del Mediterráneo, un prestigioso torneo de la Confederación Europea de Esgrima que reúne deportistas de países de toda la cuenca Mediterránea. “Al día siguiente competiré en M17”, puntualiza.

Cuando le contaron que hacía historia al convertirse en la primera vasca en formar parte del equipo nacional por llamamiento directo necesitó que su madre Rosa la telefoneara para cerciorarse de que no era un sueño. “Me dijo: Estoy muy orgullosa, tú lo vales, lo has conseguido gracias a tu esfuerzo”.

Un esfuerzo y una dedicación que le lleva a entrenar entre cuatro y cinco días por semana. “Es un deporte que requiere mucha disciplina, un buen físico para ser rápido y muchas ganas”, enumera la alavesa.

Los lunes, martes, miércoles, viernes “y a veces, también los sábados”, a Iria, tras el colegio, le toca entrenamiento. Una agenda maratoniana en la que, según confiesa, “a veces es difícil compaginarlo todo”, pero en la que ella es capaz de rascar horas para quedarse tras los entrenamientos en el club a ver a sus compañeros. “No siento que esté renunciando a disfrutar de mi tiempo libre, porque me encanta pasarlo haciendo lo que más me gusta”.

La esgrima “no es un deporte barato”, aunque el club te facilita el equipamiento, “pero a medida que vas logrando progresos te gusta tener el tuyo propio”. Para Iria, despudeportista alaves telecincoés de casi cuatro años, su atuendo de esgrimista es casi como su segunda piel: calzado especial para proteger el pie, medias largas y pantalón blanco hasta la rodilla, tirantes, un peto protector de tela y otro, por encima, de plástico, “porque a veces cuando te dan un toque duele”, una chaquetilla provista de un cable, guante y, por supuesto, la espada “que yo creo que andará sobre el kilo de peso”.

A sus 14 años, esta alavesa ha hecho historia en este deporte de combate en el que se enfrentan dos contrincantes debidamente protegidos que deben intentar tocarse con la espada. Este viernes, Iria hará un alto en la preparación de los exámenes que tiene la próxima semana, “ya me quedan los más fáciles” y ultima la maleta para viajar a Croacia: “Tengo buenas sensaciones y voy pensando en dar lo mejor de mí, pero sobre todo quiero disfrutar”, dice. ¡Buena suerte!

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