Alejandra vive en Bilbao desde finales del pasado mes de septiembre y paga por el alquiler del piso que comparte, en el barrio de San Francisco, 55 euros al mes. “Tiene tres habitaciones, cocina completamente equipada, baño y salón”, describe. Una ganga, en comparación con los precios que se pagan actualmente por arrendar un piso en cualquier ciudad: “La gente que conozco no paga menos de entre 350 y 500 euros, eso sin contar los gastos”.

El bajo coste del alquiler que paga Alejandra, tiene una contraprestación y, es que, a cambio, un día a la semana esta colombiana, nacida en Medellín hace 26 años, da clases de castellano a inmigrantes en la fundación sin ánimo de lucro, Claret Enea, en el mismo barrio donde reside. Es su aportación al barrio en el que reside.

Ella es una de las 55 estudiantes de postgrado que viven de alquiler en Bilbao por ese precio simbólico a cambio de colaborar en proyectos comunitarios. La ciudad cuenta con 20 pisos distribuidos en los barrios de Otxarkoaga y Bilbao la Vieja, dentro del programa municipal ‘Viviendas Solidarias’.

Un total de 55 habitaciones en régimen de alquiler compartido a un precio 55 euros más gastos aparte. “Yo al mes estoy pagando 55 de alquiler y 44 de gas y agua, es decir, 99 euros”, explica Alejandra, que eligió Bilbao para cursar su máster precisamente cuando fue aceptada en el programa.

En Colombia, estudió Diseño de Vestuario y se formó como Técnica en Cocina y Pastelería, y ahora en la capital vizcaína cursa un máster de ‘Food Design’ en el Instituto Europa, en Deusto. Por si no fuera suficiente, dos días a la semana trabaja algunas horas como camarera en la cafetería del propio centro de estudios y, un día a la semana, dedica cuatro horas de su mañana a enseñar castellano a una decena de alumnos, “la mayoría de Marruecos, Argelia, e incluso, de Brasil”.

Viviendas a muy bajo coste a cambio de contribuir con el barrio, de “interactuar entre los estudiantes y las personas con más dificultades”, explica la concejala de Vivienda, Yolanda Díez.

El compañero de piso de Alejandra se llama Carlos Quiroga, un abogado chileno de 32 años que cursa un máster en Derechos Humanos en la UPV/EHU. Su perfil le llevó a colaborar con la Asociación Aldauri donde da clases a mayores de 60 años para combatir la brecha digital.

El programa municipal Viviendas Solidarias cumple este año su 15ª edición y cuenta con una red de 20 pisos y 55 habitaciones para alquilar, durante todo el curso, a estudiantes universitarios de postgrado que a cambio de ese precio simbólico se comprometen a aportar su granito de arena, en función de su perfil, a la comunidad. En 2025, Bilbao se propone aumentar el número de viviendas de este programa, que ya recibe el doble de solicitudes que de plazas disponibles.

Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.