El pasado mes de agosto un ertzaina fue detenido por intentar agredir con un cuchillo a su pareja y amenazar a sus hijas pequeñas. Poco después se hacía público que en realidad este agente había cambiado de sexo en el registro civil y que, por tanto, era legalmente una mujer, si bien en todo ese tiempo no había cambiado de nombre ni de apariencia física.
La sospecha de que tras el cambio de sexo pudiera existir una estrategia para evitar ser acusado de violencia de género se disparó y la Fiscalía de Guipúzcoa anunció que solicitaría que el caso lo llevará el Juzgado de Violencia Contra la mujer, como finalmente será.
El juzgado de instrucción número 4 de San Sebastián ha decidido inhibirse en favor del de violencia contra la mujer. La jueza ha estimado el recurso de la Fiscalía que había solicitado que el caso lo instruyera este juzgado, a pesar de que el ertzaina investigado acudió al registro para cambiar de sexo en septiembre de 2023.
La Fiscalía argumentó que, ante la posibilidad de que se hubieran registrado episodios anteriores de maltrato antes del cambio de sexo, podrían acumularse los posibles delitos y la calificación de todos ellos sería de violencia sobre la mujer, argumento que ha aceptado la jueza.
El suceso tuvo lugar el pasado 17 de agosto, cuando el agente fue arrestado después de amenazar a su mujer con un cuchillo delante de sus dos hijas en el barrio de Txomin de San Sebastián (Guipúzcoa).
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