Una madre denuncia la pesadilla que vivió su hija en un viaje de intercambio a EEUU: “Ama, sácame de aquí”
La hija de Iratxe ya está de vuelta en casa, en Getxo y ha denunciado el trato de la agencia
Su nueva familia vivía en una casa llena de basura y suciedad
Inés de 16 años viajó a Carolina del Norte para cursar sus estudios durante 10 meses
La vizcaína Iratxe Centeno, a través de un directo en Instagram, ha denunciado la pesadilla que ha vivido su hija durante los diez meses que ha pasado en Estados Unidos. A sus 16 años, Inés “soñaba con ir allí” y “nos lo llevaba pidiendo desde hacía cuatro años”, hasta que su familia el pasado verano hizo posible que se trasladara a Carolina del Norte para hacer un curso escolar. “Nos ha costado un esfuerzo porque es un dineral y somos una familia normal”, puntualiza esta madre.
No imaginaban que el sueño de Inés tornaría en pesadilla cuando, tras 18 horas de viaje, puso un pie en la casa de la familia de acogida, que le habían asignado su agencia en Germantown. “Ama, por favor, no me puedo quedar aquí, sácame de aquí”, escuchó Iratxe al otro lado de la línea, a las tres de la madrugada (hora española). “Esa llamada no se me va a olvidar en la vida”, señala.
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Sin una mesa para poder estudiar, con un armario “sin parte trasera y que daba a la habitación de la abuela”, mugre en la bañera que hizo que “durante casi un mes estuvo sin ducharse porque le daba asco”, basura por el suelo, ropa tirada por toda la casa y el desinterés de una familia de acogida que ni le recogía del instituto porque, “según le dijeron, que no tenían dinero para gasolina”.
De vuelta a casa
“Todo lo que ha visto de Estados Unidos ha sido por familias externas, a las que estoy muy agradecida”, dice esta madre en el vídeo, ya que la suya no le enseñó ni el pueblo, ni quisieron acompañarla en Halloween, “prefirieron quedarse en el sofá, porque no les apetecía”.
Iratxe ha tardado casi un año en hablar, el tiempo necesario para que su hija terminara su estancia en Estados Unidos y regresara a casa. “A pesar de todo, ella no quería que se frustrara su sueño de cursar este año allí”, añade. Inés aguantó, desahogándose con su madre por teléfono. Ahora que la tiene en casa, esta vecina de Getxo no quiere seguir callada. Ella culpa de la pesadilla a la agencia que contrataron para organizar la estancia de Inés en Estados Unidos y que les respondió que “igual nos habíamos creado unas expectativas muy altas”, denuncia.
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