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Un desencuentro en carretera entre dos conductores ha terminado con uno de ellos muerto y el otro en prisión. Ocurrió en Guipúzcoa, el pasado fin de semana.
El conductor de un todoterreno de una empresa de rescates de montaña, y que de profesión es conductor de ambulancias, arrolló a un padre de familia que circulaba con su mujer y sus dos hijos pequeños, de 2 y 5 años. Está acusado de homicidio y ha sido encarcelado.
Una desavenencia de tráfico, kilómetros antes, acabó en tragedia cuando en la GI-41, a 100 metros del túnel de Zorroaga, el ahora detenido hizo parar en el arcén al otro conductor de 35 años.
Tras embestir intencionadamente el vehículo del padre de familia, este se apeó del coche para evitar que el todoterreno escapara mientras su mujer llamaba al 112.
No lo logró, el conductor de ambulancias se lo llevó por delante y lo dejó tirado sobre el asfalto para darse a la fuga. Ocurrió el pasado sábado 22 de junio. Poco después fue detenido por la Policía Municipal de San Sebastián. El otro conductor ingresó grave en el Hospital Donostia y cuatro días después, el pasado miércoles 26, perdía la vida.
Su muerte llevó a los fiscales de la Delegación de Seguridad de la Fiscalía de Gipuzkoa a asumir el caso y solicitar su ingreso en prisión. Este mismo martes, cuando aún no había pasado una semana de la muerte del conductor al que arrolló, entraba en la prisión de Martutene.
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