Compra un autobús reconvertido en tienda de ropa para recorrer los pueblos: "No llegaré tocando la bocina"

Que a los pequeños pueblos sin comercio se desplacen vendedores con sus propios vehículos, a modo de tiendas rodantes, es bastante habitual. Lo mismo acercan a diario el pan a los vecinos de los enclaves más remotos que al más puro estilo ‘transformer’ convierten sus furgonetas en ultramarinos o despachan desde el mostrador de sus furgonetas lo mismo carne que pescado. A veces, los hay incluso que venden ropa. Sí, pero pocas veces se les ofrece en estos enclaves rurales la oportunidad de acceder a las últimas tendencias, sin necesidad de desplazarse a otro pueblo más grande o a una ciudad. En Álava, Virginia Elorza, se ha propuesto revertir esta situación.

A bordo de una antigua unidad móvil de televisión, de dimensiones similares a un microbús (9 metros de largo y 16 metros cuadrados), esta comerciante viajará por los pueblos de la provincia, en principio de la Llanada aunque no descarta dirigirse a otros puntos del territorio, e incluso de la comarca navarra de La Sakana. “No quiero entrar a los pueblos tocando la bocina para avisar que llega la de ‘Virna’”, dice con humor y añade, “quiero hacer algo bonito”.

En el interior del ‘Bus de la moda’, como lo ha bautizado esta comerciante que cuenta con la tienda física multimarca ‘Virna’ en Agurain, las clientas encontrarán lo habitual en cualquier establecimiento de moda “desde percheros para mostrar las prendas a un probador y, por supuesto, aire acondicionado”. Virginia ha tuneado el exterior de esta tienda móvil, un proyecto ‘heredado’ de Marixa Suso y Nuria López que en 2020, tras la pandemia, lo echaron a rodar bajo en nombre ‘Guikuri Moda’. “Lo dejaban porque abrían tienda en Vitoria y Haro (La Rioja) y me lo propusieron”, recuerda.

Ella, que es “muy echada para adelante”, no dudó en dar el paso y les compró el autobús. Ahora “me he apuntado en la autoescuela porque me tengo que sacar el carné de camión y así poder conducirlo, porque mi idea es ser autónoma completamente”, mientras se saca el permiso, el bus comenzará a rodar a los mandos de un chófer y con Virginia en el papel que mejor domina, el de tendera de moda.

“En el bus voy a ofrecer las tendencias en ropa y calzado que tenemos en la tienda de Agurain, pero en plan ‘outlet’, es decir, todo con descuentos”, explica algo nerviosa ante esta nueva aventura comercial, a pesar de su amplia experiencia en el sector.

Virginia quiere vender, sí que por algo es comerciante, pero también insuflar vida en los pueblos alaveses. Energía y ganas le sobran para “hacer algo bonito” y que huye de la ropa que habitualmente suele ofrecerse en mercados ambulantes.

La prueba de fuego será este mismo viernes 28 de junio cuando el ‘Bus de la moda’ aparque en Alegría-Dulantzi. Después el 13 de julio les espera el restaurante Aldaia en Larrea, “es el tercer año que hacemos un evento con desfile allí y antes hacíamos siete viajes con el coche lleno, este año vamos con el autobús”. Campezo o Murgia son otros de los destinos que completarán un itinerario aún por definir. No la esperen oír llegar tocando la bocina.

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