Álex García, el ciudadano vasco que el pasado mes de abril tuvo que ser repatriado desde Tailandia en un avión militar medicalizado del Ejército del Aire debido a una pancreatitis aguda, recibirá el alta este lunes.

Tras su larga lucha, durante la cual llegó a estar un mes hospitalizado en estado crítico en el país asiático hasta ser repatriado e ingresar en el Hospital de Cruces, en Bilbao, por fin está cerca de dejar atrás la pesadilla.

Ha sido él mismo el que lo ha anunciado desde la cama del hospital en una videollamada con la ministra de Defensa, Margarita Robles, durante una visita a la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER) del Ejército del Aire y del Espacio, que fue la encargada de llevar a cabo la repatriación a través de una compleja y minuciosa operación.

Aunque ya había sido dado de alta hace unas dos semanas, fue ingresado de nuevo en el hospital de Cruces hace unos días tras dar positivo en covid-19, por precaución.

"Gracias a la UMAER, a ti ministra y al Ejército del Aire. Si no, no lo cuento", ha dicho Alex ante Robles que, visiblemente emocionada, no ha podido contener las lágrimas.

"Te veo estupendo y estamos encantados de ver lo bien que estás. Menuda sorpresa", ha respondido la ministra, que ha asegurado que queda pendiente una visita para verle personalmente.

Emocionada también, la teniente coronel Pilar Salvador, –la jefa de la UMAER, que ha sido la encargada de darle la sorpresa a la ministra, quien ha estado en permanente contacto con Alex y su familia desde que llegó a España–, tampoco ha podido contener las lágrimas.

Tras una compleja operación de evacuación, Álex, que se encontraba ingresado en estado crítico en un hospital de Bangkok aquejado de una pancreatitis necrotizante, llegó al aeropuerto de Bilbao el pasado 21 de abril tras unas doce horas de vuelo e inmediatamente fue trasladado al hospital vizcaíno.

En aquel avión de la UMAER en el que fue trasladado viajaron 24 personas, entre ellas cinco médicos y cuatro enfermeros militares; todas ellas fundamentales en la exitosa operación.

Previamente, Alexander García, de 36 años, intentó retornar a España por otros medios. Fue en dos ocasiones y sin éxito, ante lo cual su familia pidió ayuda al Gobierno por el peligro de muerte inminente, según los médicos, en el que se encontraba el enfermo. Hoy no puede sino expresar agradecimiento, convencido de que toda esta ayuda le ha salvado la vida.

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