Nueva condena al exvicario de Uribe Kosta que abusó de varias monitoras en unos campamentos
El fallo prueba dos nuevos delitos sexuales e impone al sacerdote una multa de 8 euros diarios durante 18 meses
El cura no recurrió la sentencia de 14 meses a la que fue condenado el año pasado
El presbítero fue apartado de la Diócesis de Bilbao
Fueron cuatro las monitoras de campamentos eskaut que denunciaron haber sido víctimas de abusos sexuales por parte del que fuera vicario de Uribe Kosta. Ocurrió entre 2015 y 2017. El cura vízcaíno fue absuelto por la Audiencia vizcaína del primero de ellos, por falta de pruebas, mientras que la Audiencia de Burgos le condenó a 14 meses por el segundo caso. Ahora, el Juzgado de lo Penal de Burgos resuelve por los dos casos que aún quedaban pendientes. Dos ex alumnos denuncian abusos sexuales en los años 70 en el colegio Escolapios de Bilbao.
El presbítero que fue apartado por la Diócesis de Bilbao abusó sexualmente de dos monitoras en unos campamentos eskaut. Aprovechó dos noches en las que durmió con las dos víctimas, una de ellas menor de edad y la otra, monitora en prácticas, para realizarles tocamientos.
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El Juzgado de lo Penal de Burgos ha impuesto una multa de ocho euros diarios, durante 18 meses, por cada uno de los dos delitos, algo más de 8.600 euros.
Además, la Justicia impone al condenado la obligación de indemnizar a las víctimas la cuantía de 3.000 euros en un caso y de 1.000 euros en otro, en concepto de responsabilidad civil. También la prohibición de comunicarse o acercarse a ellas a menos de 500 metros durante poco más de tres años. Las costas procesales, incluidas las de la acusación particular, tendrá que abonarlas el condenado.
No recurrió
La acusación particular retiró la petición de responsabilidad subsidiaria a la Diócesis, por cierto que la propia Diócesis de Bilbao llevó ante la Fiscalía al cura vizcaíno y exvicario de Uribe Kosta.
La Audiencia Provincial de Burgos le condenó a 14 meses de cárcel por abusos sexuales. Un fallo que el acusado no recurrió. Previamente, la Audiencia de Vizcaya le había absuelto por falta de pruebas por el primer caso denunciado en 2015.
La Diócesis de Bilbao, en una nota remitida a Radio Bilbao, "muestra, una vez más, su solidaridad y junto a la federación de eskauts de Vizcaya mantiene su apoyo constante a las víctimas escuchándolas, investigando, reparando y, sobre todo, procurando sanar las heridas".
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