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Lo del radar de Zumaia va camino de convertirse en un clásico y es que revalida título un año más como el dispositivo que más multas por exceso de velocidad interpone en Euskadi. En 2023, la friolera de 26.233 sanciones. Este dispositivo, instalado en la AP-8, en concreto en el kilómetro 46,8, en Zumaia (Gipuzkoa) sigue siendo el más 'multador' y eso, a pesar de que las denuncias que ha interpuesto se han reducido en 12.287 respecto a las de 2022.
Otro de los dispositivos más temidos, por quienes circulan por la Comunidad Autónoma Vasca, está situado en Bizkaia. En concreto, en el kilómetro 134,9 de la A-8, por donde 8.712 conductores fueron sancionados en 2023 por circular por encima de los 80 kilómetros por hora que marca ese tramo.
En Álava, el radar instalado en el kilómetro 33 de la AP-68, en dirección Bilbao, sancionó a 5.114 conductores que pisaron en exceso el acelerador a su paso por ese punto vigilado.
A pesar de que Euskadi es la cuarta comunidad autónoma con más radas en sus carreteras, cada vez se imponen menos sanciones por exceso de velocidad. Así, durante el último año la cifra de denuncias descendió un 7,3% y pasaron de 230.125, en 2022, a 213.351, un año después.
Por comunidades, Cataluña con 742 lidera el ránking de territorios como más dispositivos instalados en sus carreteras, le sigue Andalucía a distancia con 372, la tercera posición es para Castilla y León donde 333 radares controlan la velocidad en sus vías y en cuarto lugar, los 233 cinemómetros vascos.
Según el número de radares por kilómetro, las tres provincias vascas se clasifican de la siguiente manera. Gipuzkoa a la cabeza, con 94 radares por kilómetro, en Bizkaia bajan a 90 y es en Álava donde se contabiliza un menor número de radares con 49 por kilómetro.
La mayoría de los radares en España están en carreteras secundarias y en las ciudades. En total, según el Observatorio de Radares, en las redes viarias de todo el Estado hay colocados 2.941 radares: 2.095 fijos, 433 de semáforo, 168 de tramo y 245 de cinturón y móvil.
En España, existen diferentes tipos de radares para controlar que los conductores cumplen con la limitación de velocidad, la obligación de llevar el cinturón abrochado o la limitación de no utilizar el teléfono móvil al volante. El radar fijo, el radar de tramo y el radar móvil suelen ser los más conocidos entre los conductores.
El Real Automóvil Club de España (RACE) explica en su página web que el radar fijo es un tipo de radar de velocidad situado en un punto fijo de la carretera. Se suele ubicar en pórticos y funciona a través de una antena que emite una señal de microondas a la carretera. Esta rebota contra los vehículos que circulan por la vía y la señal vuelve a la antena. El radar, que encripta los datos recibidos para que la información no pueda ser manipulada, calcula la velocidad del coche en ese momento a partir de la frecuencia de la onda recibida. Finalmente, la prueba de la infracción va por fibra óptica al centro de gestión de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Además de los pórticos, también hay cabinas instaladas en un lateral de la vía. En su mayoría son radares, aunque también captan la velocidad a través de cinemómetros láser: lanzan haces de luz transversal a la carretera; cuando un coche pasa e interrumpe el haz, en ese momento se realiza el cálculo de la velocidad. La DGT avisa a los conductores con antelación de la presencia de estos radares a través de carteles.
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