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El cuerpo sin vida del vitoriano Iker Samaniego ha aparecido en una vivienda del barrio Simón Bolivar de la ciudad colombiana de Barranquilla, de 1,2 millones de habitantes.
La Policía Metropolitana investiga las circunstancias de la muerte de este joven de 34 años con la sospecha de que tras ella hay indicios de criminalidad, pero sin certificar que su muerte fuera violenta, aunque el informe policial asegura que Iker Samaniego Galarza presentaba laceraciones en el cuello y una herida en el rostro.
Al parecer fueron los propios vecinos del vitoriano los que alertaron al propietario de la vivienda en la que residía Iker Samaniego, extrañados tras llevar varios días sin localizarle.
Iker Samaniego se mudó hace un tiempo a Barranquilla desde Vitoria, donde tuvo algunos encontronazos con la justicia, como cuando la Audiencia Provincial de Álava le condenó a cinco años por siete delitos, aunque no llegó a entrar en prisión.
Los medios locales colombianos apuntan a que Iker “estuvo bebiendo alcohol en su casa durante el fin de semana y solía asomarse a la terraza para conversar con vecinos”. Los mismos que “preocupados por su ausencia”, decidieron avisar al propietario del inmueble, quien encontró el cadáver “con laceraciones en el cuello y una herida en el rostro”. La investigación para tratar de determinar las circunstancias que han rodeado el fallecimiento del joven vitoriano se mantiene abierta.
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