El 'María Reina Madre', pesquero hundido en la costa de Pasaia, no será rescatado y se quedará en el fondo del mar
El barco se hundió el pasado 9 de febrero tras abrirse una vía de agua que inundó la sala de máquinas
Sus 14 tripulantes dieron la voz de alarma y esperaron en botes salvavidas a ser rescatados
Reflotarlo es una tarea complicada por hallarse a 150 metros de profundidad y costosa
No suele ocurrir tan cerca de la costa, por eso la imagen, el pasado viernes 9 de febrero, del barco ‘María Reina Madre’, siendo tragado literalmente por el Cantábrico a menos de nueve millas de Pasaia (Gipuzkoa), resultaba tan impactante. Ha pasado una semana y el palangrero dedicado a la pesca de la merluza descansa en el fondo del mar, a 150 metros de profundidad. Y allí se quedará.
Tan solo unas horas antes del hundimiento, en ese pesquero de bandera francesa había 14 hombres, 13 tripulantes y el patrón. Todos ellos habían zarpado del puerto gallego de Burela (Lugo) y se dirigían a Pasaia a realizar una inspección antes de ponerse a faenar. No pudo ser porque a menos de 14 kilómetros de la costa guipuzcoana detectaron la apertura de una vía de agua que comenzó a inundar, sin remedio, la sala da máquinas.
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Los 14 dieron la voz de alarma y se subieron a los botes salvavidas mientras se apoderaba de ellos la incertidumbre sobre su futuro: ¿Se iría el barco a pique?, ¿podrían remolcarlo?, ¿qué pasaría con sus puestos de trabajo? Con todas esas preguntas en el aire, el barco de Salvamento Marítimo les llevó a tierra firme.
3 millones de barcos hundidos
Llegaron a Pasaia a eso del mediodía del pasado viernes, conscientes de que habían sobrevivido a un naufragio y que no había que lamentar la muerte de ningún compañero. En aquel momento el barco permanecía escorado a estribor y se desconocía si finalmente se hundiría. No hubo que esperar mucho, sobre las 14.30 horas, se producía la impresionante imagen del ‘María Reina Madre’, de 25 metros de eslora, yéndose al fondo del mar.
El hundimiento se produjo cerca de la costa vasca, pero en aguas francesas, así que será el país vecino el que decida si reflota la embarcación, una tarea complicada por la profundidad a la que se encuentra y costosa. Por el momento, el pesquero pasa a engrosar la lista elaborada por Naciones Unidas en la que estima que hay alrededor de tres millones de barcos hundidos en lo más profundo del mar.
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