Ha pasado casi una semana desde que el cineasta bilbaíno Pablo Berger supo que su película ‘Robot Dreams’ competiría el 11 de marzo, en la 96ª edición de los Premios Oscar por la estatuilla a mejor película de animación. Desde entonces, “me levanto cada mañana con una sonrisa”, admite. "Los primeros días estábamos en una nube y ahora ya empezamos a ser conscientes de la importancia de lo que hemos logrado y de todo el trabajo que tenemos por delante", matiza
Con esa permanente sonrisa en los labios y la noticia de la nominación ya digerida, la cabeza de Pablo empieza a bullir, consciente de que, en este mes y medio entre la nominación y la gala, “se libra un cuerpo a cuerpo” para conseguir que los 11.000 académicos de Hollywood se sienten a ver la historia de 'Dog'. Tan seguro está Berger de su película que afirma, sin género de dudas, que “cuando la vean, les va a conquistar”.
Pablo tiene previsto viajar a Los Ángeles tras la gala de los Premios Goya, el 10 de febrero, en los que ‘Robot Dreams’ compite en cuatro categorías: Película de Animación, Guion Adaptado, Música Original y Montaje. Con los reconocimientos cosechados hasta ese momento en Cannes, en el Festival de Annecy, el más prestigioso del mundo en animación, más lo que ocurra en la ceremonia de los premios anuales de la Academia de Cine española, Berger volará con su inquebrantable sonrisa a Estados Unidos y con una máxima: “Salimos a ganar”.
“Nos queremos traer el Oscar a casa” y, advierte, que si eso llega a ocurrir “me encantaría bajar por la ría en la gabarra”. ¿Una bilbaínada? Tal vez, pero viniendo del hombre que logró 10 Goyas por ‘Blancanieves’, una cinta muda y en blanco y negro, nada parece imposible. En cualquier caso, este bilbaíno admite que “lograr la nominación es ya un premio enorme porque da visibilidad a la película”.
Dice de sí mismo que es “un director obsesivo, paciente y amante del detalle”, él ha capitaneado a un equipo de 500 profesionales durante cinco años para dar forma a la historia de amistad de 'Dog', el perro protagonista de la película, pero también para lograr que la cinta fuera “una carta de amor a la Gran Manzana”. Sí, porque Nueva York es la tercera protagonista de la película.
Berger vivió varios años en la ciudad de los rascacielos, junto a su pareja, la fotógrafa Yuko Harami, y en ‘Robot Dreams’ ha querido reflejar esa ciudad que “a mediados de los años 80 era el centro del mundo, donde todo era posible”. Con un punto de nostalgia se plasma en la cinta esa Nueva York “diversa, tolerante y abierta” que tanto ha cambiado cuatro décadas después “víctima del capitalismo atroz”.
Para que ese viaje en el tiempo y el espacio sea creíble ha sido determinante el trabajo de José Luis Ágreda, director de arte que “durante cuatro años ha diseñado los personajes y ha creado esa Nueva York con mucho mimo”.
Sin un solo diálogo, con un perro y un robot como ‘protas’ y seres antropomórficos completando el elenco, ‘Robot Dreams’ cuenta al espectador la historia de Dog, un perro solitario, que vive en Manhattan y un día decide construirse un robot, un amigo, para no estar solo. Ambos conocen la felicidad hasta que un incidente provoca la separación y el deseo del reencuentro. “Me atrevo a decir que a quienes les gustó Blancanieves, les va a gustar esta, porque ambas son películas sensoriales, musicales, en las que hay humor, drama y emoción”. Precisamente la emoción que sintió Pablo Berger al leer la novela gráfica original de Sara Varon desató toda esta maravillosa locura.
Hoy su protagonista “se ha hecho popular” y tiene muchos seguidores. Como dice Berger “’Dog’ ya no tiene problemas para hacer amigos”.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.