Zestoa está dividida. A un lado del ring: la Iglesia, propietaria del edificio que varios jóvenes han ocupado para acoger el gaztetxe (centro social juvenil) del pueblo. Al otro lado, la Gazte Asanblada que reclama que este inmueble estaba en mal estado y que debe estar en manos del pueblo. En este combate, la justicia ha tomado parte y ha fallado a favor del Obispado, instando a los jóvenes a desalojar el edificio. Eso sí, la sentencia aún puede ser recurrida, ante la Audiencia provincial de Gipuzkoa. El pasado domingo, decenas de jóvenes protestaron irrumpiendo durante la misa, enmascarados y lanzando dinero falso.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Azpeitia ha estimado la demanda interpuesta por la Parroquia de la Natividad de Nuestra Señora de Zestoa frente a los jóvenes que, desde febrero del año pasado, tienen ocupado el edificio Elizondo. Así, ha condenado a los demandados a "proceder al inmediato desalojo del inmueble" y ha reconocido el derecho de la Iglesia a "recuperar la posesión de esa finca".
El origen de este conflicto se remonta a hace casi un año, en febrero de 2023, cuando varias personas ocuparon el edificio parroquial Elizondo. Se trata de un inmueble que pertenece a la Diócesis de Gipuzkoa y que los jóvenes han convertido en el gaztetxe de la localidad. El obispado denunció la ocupación, solicitó a la Gazte Asanblada que salieran del inmueble y el pasado verano, inició el proceso para desalojarlos.
Ante el “inminente riesgo de desalojo”, la temperatura ha ido ascendiendo las últimas semanas en este municipio guipuzcoano, donde casi todos los vecinos han tomado partido por una u otra parte. Los jóvenes han llevado a cabo la mayor campaña de apostasía colectiva de Euskadi y el pasado domingo, varias decenas de personas irrumpieron, durante la misa, enmascaradas y con buzos blancos mientras lanzaban billetes de papel y acusaban a la Iglesia de ‘pesetera’ y ‘especuladora’, portando un cartel en el que se leía: 'Eliza diruzale, espekulatzaile!'.
El Ayuntamiento de este municipio de Gipuzkoa, a través de una nota, ha criticado que la Gazte Asanblada "vulnerara el derecho a la libertad de religión" de la ciudadanía al irrumpir en la misa mayor, aunque ha instado a la Iglesia a que ponga "ese patrimonio al servicio del municipio”, porque “han acumulado gran cantidad de patrimonio material, cuando a día de hoy no tiene capacidad humana ni material para gestionarlo de forma correcta”.
Pero el Obispado no ha movido su postura ni un ápice. La Diócesis de Gipuzkoa, que denuncia la ocupación "violenta y abusiva" de la Gazte Asanbada de Zestoa, inició un procedimiento judicial para el desalojo de los jóvenes, y no retirarán la demanda a la Gazte Asanblada por ocupar el edificio Elizondo, anexo a la parroquia del municipio, que no han podido volver a utilizar desde que los jóvenes entraran hace casi un año.
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